A finales de enero, según reportó el semanario Proceso, antes de que el puntero en la contienda por la presidencia realizara una gira por 15 municipios poblanos, se divulgó otra campaña negra en la entidad, donde, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), nueve de cada diez habitantes practican el catolicismo.
Esto que se hace en Puebla, es otra versión de lo mismo que se hizo en 2017 en el Estado de México, en el contexto de la elecciones locales, donde cabezas de cerdo dentro de bolsas, con pintura roja que simula sangre y listas con nombres y direcciones de vecinos, así como una cruz encima, fueron abandonadas en diferentes puntos de este Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Tecámac, entre otros, cerca de sitios donde se instalarían casillas electorales.
A principios de marzo, de regreso a lo que pasa en Puebla, se desató igualmente una campaña telefónica con miles de llamadas en las que se acusaba a los candidatos de Morena de representar el regreso del ex gobernador Mario Marín. “No permitas que Puebla retroceda y ponga en riesgo el futuro de tus hijos”, decía el mensaje.
Reflexión «Entre Noticias»
El arma más poderosa que tienen los gobiernos no es necesariamente el uso de la fuerza y de la represión, algo que saben usar sin duda muy bien cuando las circunstancias así lo ameritan, según sus criterios. Actualmente el poder prefiere no llegar a esos extremos para controlar y someter a las poblaciones. La represión se utiliza por lo general como último recurso, para tratar de dar una falsa imagen de democracia, apelando al uso legítimo de la fuerza para «mantener el estado de derecho».
El poder sabe perfectamente bien que presentarle una amenaza concreta a las personas, puede rendir enormes resultados para el beneficio de sus intereses. Gracias al miedo contenido en una amenaza, las personas obedecerán en muchos casos como si les hubiesen infligido algún tipo de castigo físico. Cuando la población está empapada de miedo, es capaz de aceptar decisiones que van incluso en contra de su propio beneficio. Decisiones que no habrían sido aceptadas en condiciones que pudieran ser calificadas de normales. Cuando una sociedad vive atrapado por el miedo, obviamente no está viviendo en condiciones normales y ese es justo el caso de millones de mexicanos.
«Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad» (Libro de los Proverbios)
Incluso el Padre Alejandro Solalinde hace mención del tema:
Totalmente falso lo que se está pegando afuera de iglesias. AMLO es católico y respetuoso de la diversidad de cultos. pic.twitter.com/i4ZTvmMP1X
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) 26 de abril de 2018
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