Indignación por el asesinato en Gaza de una enfermera palestina cuando se disponía a atender a un herido

La paramédica palestina Razan al-Najar, de 21 años, asesinada por los disparos indiscriminados de las fuerzas israelíes el pasado viernes, es recordada por aquellos que la conocían como el “ángel de la guarda”.

Dos días después del inicio de la Gran Marcha del Retorno (30 de marzo), Najar había dicho en una entrevista que ayudar a aquellos que han sido heridos por los soldados israelíes no era una tarea fácil.

“Mi uniforme se ha vuelto rojo por la sangre. Estoy consciente de que dicha tarea no es fácil para una mujer joven. Sin embargo, estoy comprometida a realizar esta tarea de ayudar a los heridos y a las personas necesitadas”.

El vocero del Ministerio palestino de Salud, Ashraf al Qudra, dijo que Najjar era voluntaria en el Ministerio y vestía el uniforme blanco de médico cuando fue alcanzada por los disparos.

Numerosos usuarios de Twitter reaccionaron calificando lo ocurrido como algo que no tiene justificación alguna: «El ‘único delito’ de la víctima fue ofrecer ayuda médica a sus conciudadanos».

Miles de personas asistieron al funeral de al-Najar en Gaza el sábado, incluidas algunas de las personas a las que la joven había atendido cuando fueron heridas en anteriores protestas fronterizas. Su cuerpo estaba envuelto en una bandera palestina y fue paseado por las calles de su ciudad.

Israel ha recibido duras críticas internacionales por el uso de la fuerza letal durante las manifestaciones, aunque se justifica alegando que muchos de los muertos eran miembros de Hamas y militantes que intentaban lanzar ataques al amparo de las protestas. Los palestinos dicen que la mayoría de los muertos y los miles de heridos eran civiles desarmados contra los que Israel ha usado una fuerza excesiva.

Un portavoz militar israelí ha anunciado que están investigando el suceso. Mientras tanto, el Ejército del país hebreo ha asegurado por medio de un comunicado que «miles de manifestantes» se reunieron en cinco lugares a lo largo de la frontera, «quemando neumáticos adyacentes a la valla de seguridad e intentando dañar la infraestructura de seguridad». Dispararon contra un vehículo del Ejército y un palestino cruzó a Israel, plantó una granada y regresó a Gaza, afirma el Ejército, destacando que sus soldados actuaban «de acuerdo con las reglas de enfrentamiento».

Entre Noticias/Agencias