Haití es el país más pobre de toda América y posee uno de los índices de desarrollo humano más bajos del mundo.
Este viernes, durante las protestas en la capital haitiana, Puerto Príncipe, un grupo de manifestantes antigubernamentales quemó una bandera nacional estadounidense y pidió ayuda a Rusia y China para resolver la crisis que ha paralizado al país antillano.
En la congregación los manifestantes plantearon que el ex presidente Michel Martelly y el actual jefe de Estado, Jovenel Moïse, fueron puestos en el poder por Estados Unidos (EU)
“Queremos decir que nos divorciamos completamente de los estadounidenses. Ya hemos tenido demasiada ocupación por parte de EU no podemos más”, explicó, citado por la agencia AFP, uno de los integrantes del pequeño grupo de manifestantes que prendió fuego a la bandera de país norteamericano.
“Le pedimos a Rusia, a Venezuela, a la gran China, que echen un vistazo a la miseria que vivimos aquí”.
“Condenamos el acto deshonesto del ciudadano que ha vejado la bandera de un país amigo como Estados Unidos”, respondió a la acción el primer ministro haitiano, Jean-Henry Céant.
Hace unos días, el Departamento de Estado de EU ha recomendado a sus ciudadanos “aplazar todos los viajes no esenciales a Haití” debido al clima de violencia que reina en ese país. Este comunicado se suma a la medida de retirar de su embajada en Puerto Príncipe a todo el personal diplomático que no sea esencial.
La crisis social y económica que atraviesa Haití, sumada a un escándalo de corrupción que implica a varios miembros de la clase política, incluido el presidente, ha desatado violentas manifestaciones.
Desde la semana pasada, en las calles de la capital se puede ver automóviles incendiados, y se han producido saqueos a comercios y violentos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía que han dejado varios muertos, decenas de heridos y daños materiales significativos.
Los miles de personas que salieron a la calle en distintas ciudades de Haití denuncian la galopante inflación y la devaluación acelerada de la moneda nacional, el gourde. Además, exigen la dimisión del presidente, a quien acusan de corrupción y de no solucionar los problemas de la economía nacional.
Este jueves, el presidente de Haití hizo un llamado al diálogo, tras más de una semana de protestas violentas. El mandatario encargó al primer ministro buscar una ruta para “soluciones pacíficas”, y agregó que se mantendrá firme trabajando por alcanzar la paz.
Por su parte, la Comunidad del Caribe (CARICOM) manifestó su preocupación por la situación e hizo un llamado a la calma y al cese de la violencia.
Haití, que es el país más pobre de toda América y posee uno de los índices de desarrollo humano más bajos del mundo, celebró elecciones el 25 de octubre de 2015.
Observadores locales habían señalado que había sido un proceso turbio por lo que los comicios se cancelaron y se convocó a otras elecciones.
Sin embargo, en 2016, el ganador volvió a ser Jovenal Moïse, quien obtuvo sólo 590 mil votos, es decir, sólo uno de cada cinco haitianos votaron.
A pesar de todo esto, organismos internacionales, como la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), volvieron a avalar y elogiar los comicios como habían hecho el año anterior; diciendo que el proceso había sido como “un soplo de esperanza para la democracia en Haití”.
El presidente de EU, Donald Trump, envió sus felicitaciones a Moïse y comenzó a presionar, con éxito, al país para que alejara de programas sociales y de financiamiento de Petrocaribe, ligados a Venezuela.
De esto trata nuestro quinto episodio podcast de Entre Noticias, escúchalo:
Entre Noticias/Agencias