«Irán lo hizo», dijo Trump en una entrevista en la cadena Fox, después de que el Pentágono publicara imágenes del suceso, pero ¿Se le puede creer a Donald Trump?
El general de brigada Abdul Rahim Musavi, comandante en jefe del Ejército de Irán, ha tachado este sábado de ridículas las acusaciones de EU a Irán sobre su implicación en dichos ataques e insiste en que se trata de un complot estadounidense para mostrar a Irán como un elemento de inestabilidad en la región.
Dos petroleros, uno noruego y otro japonés, fueron objeto de ataques de origen desconocido mientras navegaban cerca del estrecho de Ormuz, una de las principales vías del mundo para el comercio de petróleo. La Armada iraní respondió de inmediato a la señal de socorro de los petroleros, siniestrados cerca del puerto iraní de Yask, en la provincia de Hormozgan (sur de Irán), y rescató a 44 tripulantes de los buques.
Rusia, aliado de Irán, condenó «severamente» los ataque y pidió a EU que no «saque conclusiones precipitadas», mientras que China apeló al «diálogo».
Los aliados de Washington en la región condenaron también los ataques. Arabia Saudita mostró su «gran preocupación» y los Emiratos Árabes Unidos denunciaron una «escalada peligrosa» en la región.
El mes pasado hubo un incidente similar cuando cuatro navíos, tres de ellos petroleros, fueron atacados frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos. Ataques por los que Trump señaló también a la República Islámica.
En este enrarecido y delicado contexto,el senador Bernie Sanders dijo que no debe permitirse queTrump use los incidentes del Golfo de Omán como «pretexto para lanzar una guerra ilegal y anti-constitucional contra Irán».
The Gulf of Oman incident must not be used as a pretext for war with Iran. War would be an unmitigated disaster for the United States, Iran, the region, and the world. A unilateral U.S. attack on Iran would be illegal and unconstitutional. https://t.co/D8QK7k50Ur
— Bernie Sanders (@SenSanders) 14 de junio de 2019
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, ha calificado los incidentes de «sospechosos», advirtiendo que las acusaciones «sin una pizca de evidencia objetiva ni circunstancial» por parte de Washington tienen como fin «sabotear» los esfuerzos diplomáticos del país persa.
Los expertos también llaman la atención sobre el extraño momento en que ocurrieron los ataques, precisamente durante la visita oficial del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a Teherán, la primera vez en 40 años que un mandatario japonés visitaba la República Islámica. Casualmente, uno de los petroleros afectados era propiedad de una compañía japonesa.
El abogado y especialista en Oriente Medio, Kourosh Shamlou, opina que sería completamente ilógico que Irán, literalmente, torpedeara la histórica cumbre con Japón, en particular porque eso beneficiaría a Washington.
Por otro lado, el analista político Shabbir Razvi critica la postura de los medios tradicionales de comunicación, que transmiten diligentemente las acusaciones de EU contra la República Islámica sin cuestionar su lógica, o sin importarles las evidencias.
«En cuanto ocurre algo en la región, particularmente en los últimos meses en el golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, inmediatamente se culpa a Irán», censuró Razvi, que ve en todo esto una «teoría de la conspiración» impulsada por Washington.
Entre Noticias/ Agencias