Los grandes medios de comunicación han esculpido en nuestro cerebro que los Estados Unidos es el país de las grandes oportunidades, donde hombres y mujeres pueden encontrar la gran oportunidad de sus vidas.
Y todo indica que debiera ser así, pues decenas miles de mexicanos, salvadoreños, hondureños o guatemaltecos son capaces de hacer lo indecible para atravesar sus fronteras e instalarse en ese país. En no pocas ocasiones, lo hacen, incluso, arriesgando sus vidas.
Sin embargo, las estadísticas nos muestran que no todo el monte es orégano en este «país de las oportunidades».
De acuerdo con los datos que proporciona el propio Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos, el número de personas que pernoctan en sus automóviles por carecer de una vivienda, supera ya el medio millón. No obstante, esta misma institución reconoce que el citado dato no revela con precisión lo que sucede en la realidad, pues las dificultades para poder enumerar la cantidad de individuos que viven marginados, es grande.
“Para contar con precisión a las personas sin hogar, -alega la administración-, primero tiene que encontrarlas, y muchas personas sin hogar no quieren que las encuentren”, dicen los portavoces de esta institución.
De acuerdo con los datos que manejan, por ejemplo, las autoridades de la ciudad de Los Ángeles, más de 16.000 personas carecen de una vivienda, viéndose forzados a pasar las noches dentro de sus vehículos ante la imposibilidad de acceder a un inmueble. Ante esta circunstancia, la Administración de esta ciudad decidió dar ‘luz verde’ a un plan de «estacionamiento seguro», consistente en garantizar la seguridad en distintos parkings para que los ‘sin hogar’ puedan pasar la noche en el interior de sus vehículos, sin que puedan convertirse en víctimas de asaltos u otro tipo de actos criminales.
En Seattle las cosas no van mejor. El número de personas que viven en sus vehículos aumentó un 46% a lo largo del pasado año de 2018. Este fenómeno no sólo afecta a familias enteras y a sectores marginales de la sociedad, también son víctimas de esta situación colectivos que se supone que tendrían que disponer de algún tipo de protección social. Por ejemplo, según los datos proporcionados por el Estado de California, alrededor de 50.000 estudiantes se han visto obligados a dormir alguna noche en sus vehículos en el curso del último año.
¿Qué es lo que está provocando el crecimiento galopante del número de los «sin techo»en los Estados Unidos, que obliga a tanta decenas de miles de ciudadanos a obtener refugio en la cabina de sus automóviles de segunda mano? La respuesta es sencilla: el encarecimiento de la vivienda no crece ni de lejos al ritmo de los salarios.
El encarecimiento de la vivienda ante unos salarios que no crecen al mismo ritmo proporciona una situación en la que, según un informe de ATTOM Data Solutions, un banco de datos sobre la propiedad inmobiliaria en los Estados Unidos, de los 473 condados de ese país, 335 tienen los precios promedios de las viviendas, muy por encima de la cantidad a la que puede acceder un asalariado medio norteamericano.
Ver reportaje de 2008 de la BBC Mundo: Mi auto, mi hogar
Fuente:Canarias Semanal