De acuerdo con el portal Primera Línea, Camacho es parte de Los Caballeros del Oriente, una de las logias más influyentes en Santa Cruz.
No fue candidato en las elecciones de 20 de octubre, sin embargo se dio el lujo de ingresar al viejo Palacio de Gobierno de La Paz y depositar allí una Biblia pocos minutos antes del anuncio de dimisión de Evo Morales.
Actitudes como esa y sus constantes menciones al “poder de Dios” no han pasado desapercibidas en el país y, en medio de una enorme crisis política, Camacho ya fue calificado por muchos como el «Bolsonaro boliviano», en referencia al presidente de ultraderecha de Brasil.
Según el portal Primera Linea, La familia del presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, José Luis Camacho, se hizo millonaria con el proceso de privatización en Bolivia y sus contratos con el Estado desde 1989.
El patriarca de la familia, José Luis Camacho Miserendino, fundó la empresa SERGAS, la que firmó un convenio con la alcaldía de Santa Cruz de la Sierra en 2003 para hacer 5 mil conexiones de gas en la ciudad, con el que la familia Camacho se hizo millonaria.
Según el portal Noticias.Bolivia, el padre de Luis Fernando Camacho Vaca, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, fue soldado paramilitar en la dictadura del general Hugo Banzer Suárez y uno de los asesinos en la masacre de la Universidad Gabriel René Moreno (UAGRM) el 19 de agosto de 1971.
En el libro de Carlos Valverde Barbery «Tres hechos históricos narrados por uno de los protagonistas», relata el golpe de Estado de agosto de 1971, iniciado en Santa Cruz con la «Masacre de la UAGRM» y que llevó al poder a Hugo Banzer Suárez. En el libro, Valverde menciona a José Luis (Papi) Camacho Parada (padre de Luis Fernando Camacho) como parte del grupo paramilitar que masacró a los estudiantes y trabajadores que defendieron la universidad Gabriel René Moreno.
Luis Fernando Camacho, fue involucrado también como un presunto intermediario para la creación de empresas offshore y la evasión de impuestos en el informe conclusivo que presentó la Comisión Mixta de la Asamblea Legislativa sobre la investigación de los paraísos fiscales o Papeles de Panamá, donde se identificó que solo en el 2016 fugaron del país $us 989 millones a cuentas de paraísos fiscales.
Los Camacho, publica el diario argentino, Página 12, tienen lazos políticos con el fugitivo Branko Marinkovic, quien se refugió en Brasil en 2010, tras recibir acusaciones de sedición y separatismo en Santa Cruz por haber organizado y financiado una banda armada que pretendía la independencia de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. La comandaba otro croata-boliviano: Eduardo Rózsa Flores. Como el clan, tiene varias cuentas offshore denunciadas en los Panamá Papers. Después de los comicios del 20 de octubre había escrito en su cuenta de Twitter: “La elección fue fraudulenta, eso lo sabe el mundo, no basta solo la segunda vuelta, se tiene que repetir sin el candidato ilegítimo e ilegal para también sacar a sus parlamentarios fraudulentos”.
Estos sectores quieren aumentar sus privilegios en Bolivia y fueron demasiado lejos. El golpe de Estado a Evo Morales es un viaje de ida hacia el peor de los pasados, en aquellos tiempos de la doctrina de seguridad nacional hemisférica. Los sectores destituyentes no tienen siquiera la representación total ni mayoritaria de la oposición, aunque sí un poder de daño que les permitió hasta ahora consumar su objetivo con el respaldo del poder uniformado de militares y policías.
Con la biblia, el rosario y la carta de renuncia en la mano, nos encomendamos a Dios por una nueva y reestructurada Bolivia en democracia.#BoliviaNoHayGolpe #FraudeElectoralBolivia #BoliviaLibre #EvoDictadorFuera #MiradorBolivia #Bolivia pic.twitter.com/R4tiiK0gVC
— Luis Fernando Camacho (@LuisFerCamachoV) November 11, 2019
En su faceta pública, Camacho no se muestra como un empresario tradicional. Habla como un líder mesiánico, siempre acompañado por su Biblia y sus referencias a Dios, la religión y el destino del pueblo boliviano, prometiendo «llevar a dios de vuelta al Palacio Quemado», que hasta hace poco fue la sede presidencial.
Audio de Luis Fernando Camacho Vaca diciendo que la renuncia de Evo Morales fue una victoria de dios.
Bajo su liderazgo, en las últimas semanas, sus seguidores prendieron fuego el edificio del Tribunal Electoral Departamental y dispararon con armas de fuego a manifestantes oficialistas en Santa Cruz.
Nunca repudió la violencia ni pidió moderación. Tampoco apoyó la auditoria de la Organización de Estados Americanos (OEA) ni consultó sus decisiones con otros líderes de la oposición. Su única promesa fue conseguir la renuncia de Morales.
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