Esta madrugada, unos dos mil migrantes centroamericanos habían sorprendido a la Guardia Nacional e ingresaron a México por el río Suchiate.
Horas después, la policía recibió instrucciones de desplegarse hacia el vecino municipio de Frontera Hidalgo para tratar de contenerlos y, eso ocurrió esta tarde en la carretera a Tapachula.
Los migrantes fueron bloqueados y se intentó hacerlos retroceder o permitirles regularizar su entrada en México pero, al resistirse la Guardia tuvo que enfrentarlos por lo que hubo empujones, gritos y hasta se utilizó gas pimienta. Cabe destacar que en el contingente hay niños y mujeres.
Los migrantes habían propuesto apenas unas horas antes caminar en orden y solicitar de manera formal el libre tránsito por México. Sin embargo, la tensión escaló cuando los migrantes y algunos activistas que los acompañan se enfrentaron a funcionarios de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) y del INM para que respondieran a las dos mil solicitudes de asilo formuladas por la caravana en días recientes.
Al lugar llegaron autobuses del Instituto Nacional de Migración (INM) para llevar a cientos de migrantes detenidos a la oficina migratoria Siglo XXI, ubicada en Tapachula.
Personal del INM se había acercado a la caravana para hablar con los migrantes, se les dijo que “su obligación era recibirlos y atenderlos de manera ordenada”, pero les pedían que ingresaran a los autobuses para que fueran trasladados a una estación migratoria donde se llevaría a cabo un proceso administrativo.
Hasta el momento se desconoce el número de detenidos pero se estima que la caravana se dividió entre quienes resultaron detenidos, quienes escaparon a la selva de Chiapas y quienes se entregaron ante la impotencia de afrontar a los elementos de seguridad.
Por otra parte se informa que la CNDH ya está investigando los hechos.
Redacción Entre Noticias | Agencias | evr