Rotunda victoria para el senador Bernie Sanders esta noche en las primarias demócratas del estado de New Hampshire, una cita que ha confirmado el momentum de Pete Buttigieg pero que, a la vez, catapultado a la primera línea a otra candidata que le disputa el espacio del centro, la senadora Amy Klobuchar.
De acuerdo con los resultados preliminares, Sanders, líder indiscutible del ala progresista del Partido Demócrata, se ha hecho con el 27,3% del voto en este pequeño estado norteño en el que ya arrasó en el 2016 con un 60% de los votos. Pero entonces su única rival era Hillary Clinton y este año el campo demócrata está excepcionalmente fragmentado. Impulsado por su buen estreno en Iowa, Buttigieg se ha encaramado en tiempo récord a la segunda posición en New Hamspshire (23,5%) seguido muy de cerca por Klobuchar, otra hija del Medio Oeste (19,6%), de acuerdo con los datos del 50% del escrutinio. Mucho más atrás, en cuarta y quinta posición han quedado Elizabeth Warren y Joe Biden, con menos del 10%, lo que no les permitirá obtener ningún delegado de esta cita.
No está claro hasta dónde llegará su campaña pero Klobuchar ha sido la candidata a la que nadie vio venir. Ignorada hasta ahora por sus rivales, más preocupados por atacar a estrellas como Sanders, Warren o Biden, la popularidad de la senadora por Minnesota se disparó a raíz de su buena actuación en el debate del pasado viernes. Su buen resultado ha podido recortar unos puntos a Buttigieg, a quien disputa el electorado de centro. La campaña de Klobuchar ha anunciado que hoy mismo dos nuevos anuncios televisivos en Las Vegas y Reno, las principales ciudades del estado de Nevada, donde votarán –mediante el sistema de caucus– el próximo sábado.
Nunca en la historia reciente de Estados Unidos un aspirante a la Casa Blanca que no haya quedado primero o segundo en las primarias de Nuevo Hampshire se ha hecho con la nominación presidencial demócrata. Sin embargo, este año todo es diferente y los candidatos con peores resultados y dudosas perspectivas se resisten a asumir la criba que tradicionalmente ha ejercido este pequeño estado del norte.
El número de delegados asignados al estado de Nuevo Hampshire es ínfimo, apenas 24 del total de 1111 que en julio decidirán la nominación demócrata, 49 en el caso de Iowa, que votó la semana pasada. Para ganar en primera ronda es necesario tener 1.990 del total de los 3.979 que se reparten. El sistema de primarias en Estados Unidos, tanto en el caso del PD como el PR, otorga sin embargo un enorme peso a ambos estados en el proceso, al hacer tradicionalmente la primera criba entre los candidatos y seleccionar a los que tienen más posibilidades en términos de apoyo popular, organización y dinero para avanzar en la carrera presidencial. Este año, sin embargo, todo es diferente.
Redacción Entre Noticias | La Vanguardia/Agencias | evr