El presidente se limitó a responder que ya había instruido una evaluación de funcionarios y así evitar que en el equipo haya personas cercanas al exfuncionario.
Horas más tarde, durante una entrevista, Durazo reveló -sin mayores detalles- que se investiga a varios funcionarios de diferentes áreas, a quienes, aclaró, aunque no se les puede fincar responsabilidad alguna, ya se les pidió su renuncia.
Aseguró que, a raíz de la detención de García Luna, inició con la labor de analizar a las personas que pudieron haber colaborado con él.
García Luna, considerado la “mano derecha” del expresidente Felipe Calderón, se encuentra en prisión por sus presuntos nexos con el cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el fiscal de Estados Unidos Richard Donoghue, entre 2001 y 2012, García Luna aceptó jugosas cantidades de dinero a cambio de brindar protección al cártel de Sinaloa sobre sus actividades de narcotráfico.
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