El presidente de la Defensoría de los Derechos del Pueblo de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, aseguró que unos 100 municipios cercaron sus entradas y colindancias para prohibir el tránsito de aquellas personas que consideran pueden ser portadores del virus.
En esas zonas, regidas por el sistema de usos y costumbres, se decidió restringir el paso a migrantes que regresan de Estados Unidos, turistas y visitantes de zonas cercanas a la ciudad capital.
La medida con la que se busca frenar los contagios ya provocó que 15 líneas de transporte regional suspendieran sus corridas y no se descartan conflictos entre municipios cercanos, alertó Rodríguez Alamilla
Por ejemplo, en Tlaxiaco y Villa Alta se pide que quienes deseen ingresar presenten un certificado médico que avale que no son portadores del virus; otros, como Puerto Escondido, Bahías de Huatulco, Zipolite y Tonameca, impiden el paso a cualquier visitante.
Aunado a estas restricciones, en 70 ayuntamientos se impuso un toque de queda para mantener en aislamiento a los lugareños. Una situación extrema ocurrió en Zimatlán de Álvarez, donde una mujer que salió a vender nieves fue encarcelada y multada por la policía local.
Las medidas coercitivas además provocaron que autoridades municipales retuvieran la noche del 10 de abril a ocho médicos del programa IMSS-Bienestar en Villa Alta, cuyo alcalde, Claudio Pacheco, aseguró que no se oponen a la salida del personal, sino a que quieran regresar a la comunidad sin ser previamente certificados de que no contrajeron covid-19.
El miedo a contagios comunitarios mantiene aislados a cinco municipios turísticos e indígenas de Morelos, son Tlayacapan, Tetela del Volcán, Hueyapan, Tepoztlán y Ocuituco. Rogelio Torres Ortega, presidente municipal de Tepoztlán, aseveró que el cierre de su municipio obedece a una decisión tomada con los mayordomos del pueblo en general, y se mantendrá por tiempo indefinido, porque en el municipio no cuentan con hospitales.
A pesar de que el gobierno federal asegura que el cierre de fronteras no es una medida efectiva para contener la propagación del covid-19, 166 comunidades de 68 municipios de Guerrero también han optado por blindarse de esta forma. Los cierres se encuentran en la zona de influencia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias en la Costa Chica. En la parte alta de la Sierra, donde opera el Frente Unido de Policías Comunitarios del Estado de Guerrero, determinaron impedir el acceso a las unidades del servicio público.
En 30 municipios de Veracruz igualmente buscan frenar el avance del virus cerrando sus fronteras e instalando filtros sanitarios. En la mayoría de estos territorios, como Tamiahau, Gutiérrez Zamora, Hidalgotitlán, Pajapan, Chinameca, Agua Dulce, sus pobladores se dedican principalmente al campo.
San Luis Potosí tampoco está exento de esta situación. La Secretaría de Salud Pública estatal reporta seis municipios con retenes de seguridad para impedir la circulación de personas que no residen en las comunidades.
En lugares como Tamasopo, Tampacán, San Martín, Tamazunchale y la comunidad indígena de La Trinidad, en Xilitla, hay retenes, filtros sanitarios y anuncios que también prohíben la entrada de turistas y habitantes de otras localidades; a esta medida se sumó Santa María del Río.
En Puerto de Chiquilá, Quintana Roo, se permite la entrada solo a pobladores con identificación y a proveedores de algunos servicios básicos, “siempre y cuando pasen el filtro sanitario”.
Solo a los turistas que tienen reservaciones en hoteles sí se les permite ingresar a la isla de Holbox, en el municipio de Lázaro Cárdenas, uno de los nueve en la entidad que no tienen casos de covid-19.
Otros que mantienen sus fronteras bloqueadas son los municipios de Amatepec, en el Estado de México; en Michoacán, Tingambato, Nahuatzen y Cherán, en la Mesera Purépecha; además, en Cosalá, Sinaloa, hay toque de queda y a quienes arriban al poblado procedentes de otras zonas se les obliga a aislarse en sus viviendas.
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