Agentes del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (EU) arrestan a un manifestante, 5 de junio de 2020.(Foto: AP)
Conforme a una encuesta realizada por Reuters/Ipsos los días 9 y 10 de junio, publicada el jueves, el público en general apoya ampliamente las propuestas de los legisladores demócratas para ejercer una serie de cambios en los departamentos de Policía de Estados Unidos mientras los manifestantes protestan por las calles de todo el país, condenando el racismo y la brutalidad policial tras la muerte del afroamericano Floyd.
El sondeo muestra que el 82 % de los estadounidenses quiere prohibir a la Policía el uso de técnicas de estrangulamiento, el 83 % quiere la prohibición del perfil racial y el 92 % quiere que la Policía Federal esté obligada a usar cámaras corporales.
Asimismo, el 89 % de la población quiere que la Policía informe a las personas detenidas de su nombre, número de placa y el motivo de la detención, y el 91 % apoya permitir investigaciones independientes de los departamentos de Policía que muestren patrones de fuerza excesiva.
Por otra parte, un 75 % de los estadounidenses apoyan que “se permita que las víctimas de mala conducta policial demanden a los departamentos de Policía por daños y perjuicios”.
Tras las protestas desencadenadas contra el racismo y la violencia policial en EU que han provocado la pérdida de intención de voto al presidente republicano, Donald Trump, frente a su rival demócrata Joe Biden, la Casa Blanca y los legisladores republicanos, a su vez, están preparando sus propios planes de cambios en la Policía, aunque se espera que no alcancen las profundas reformas que buscan los demócratas en el Congreso de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El país norteamericano es testigo de protestas a nivel nacional para pedir justicia por Floyd, un hombre afrodescendiente y desarmado que fue asesinado el pasado 25 de mayo después de que un policía blanco presionara su cuello, hasta asfixiarle, con una de sus rodillas por más de ocho minutos en la ciudad de Mineápolis, en el norteño estado de Minesota.
La brutalidad de la Policía de EU ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles. La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció el 28 de mayo una larga serie de asesinatos de afroamericanos desarmados, cometidos por policías estadounidenses y gente armada y emplazó al Gobierno de EE.UU. a frenar asesinatos de negros por policías.
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