El presidente posa con los mandatarios estatales, excepto el de Chiapas.
Tras semanas de diferendos, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) acordaron el inicio inmediato de los trabajos para la revisión del pacto fiscal por medio de la comisión permanente de funcionarios en la materia, en ruta a una convención nacional hacendaria. Ofreció analizar la ley de coordinación fiscal con objetividad, transparencia y diálogo.
Desde temprana hora, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, estableció que el encuentro serviría para construir un proyecto renovado de pacto federal, al invitar a los mandatarios estatales a hacer frente común en favor de México, con acciones que trasciendan las diferencias y respondan a los reclamos sociales.
Ante 31 gobernadores –sólo falto el de Chiapas–, López Obrador propuso mayor coordinación en materia fiscal y seguridad, restructuración de las deudas estatales mediante el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y acuerdos para dar nuevos créditos a las entidades que así lo requieran, así como entregar las participaciones federales puntualmente. Asimismo, recursos ilimitados para reforzar el sistema de salud y obtención de medicamentos y vacunas.
Además, los mandatarios estatales refrendaron consenso con la Federación en torno al semáforo de riesgo epidemiológico, que tendrá carácter orientador para la reapertura económica, luego de que Sánchez Cordero resaltó que en las últimas encuestas telefónicas, la población de varias entidades ha expresado que su prioridad más que el Covid, por contagiarse, es su situación económica y continuar trabajando para solventar sus necesidades. También avalaron el inicio de clases –el lunes– por televisión.
Los gobernadores firmaron una declaración de intención con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, en aras de la armonización legislativa para la creación de las unidades estatales de inteligencia financiera, y con el procurador Fiscal de la Federación, Carlos Romero, un convenio para combatir la evasión fiscal, cuya cobranza derivada del mecanismo será en beneficio de las entidades.
El encuentro privado entre Federación y estados se dio en el Centro Nacional de Convenciones en dos etapas: a partir de las 10 de la mañana, con integrantes del gabinete legal y ampliado, y de las 12:30 a las 16 horas, ya con la presencia de López Obrador.
En conferencia conjunta, Sánchez Cordero y el gobernador anfitrión, Juan Manuel Carreras, resaltaron la voluntad política de todos los mandatarios para crear consenso con la Federación, dejando atrás cualquier otra consideración.
La titular de Gobernación subrayó: el Presidente hizo énfasis en que no somos un gobierno sectario. Hay un trato igualitario, sin distinciones, y se respeta el derecho a disentir. Hay disposición para seguir dialogando y coordinándonos con los estados en todas las materias.
Destacó que fue un encuentro republicano y federalista, donde el Presidente ratificó a los gobernadores que los apoyos a los sectores vulnerables se mantendrán, lo cual representa una inyección de recursos que alentará el consumo popular.
A partir de los planteamientos que en su momento les hizo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ratificó que el país enfrenta una crisis económica producto del cierre de empresas por el confinamiento ante la pandemia de Covid-19, pero no una crisis financiera.
Destacó la importancia de consolidar un federalismo cooperativo y corresponsable entre los tres órdenes de gobierno, con objetivos claros y nutridos por la pluralidad de opiniones, en el que las responsabilidades y competencias quedan perfectamente establecidas.
Carreras destacó los acuerdos alcanzados en materia fiscal y sanitaria, sin que nadie planteara la renuncia del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
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