La guerra territorial entre estas dos organizaciones se ha traducido en un incremento de explosivos y tiroteos entre convoyes blindados
Cuartoscuro
Al menos dos ataques recientes y varios secuestros de trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) han evidenciado nuevas tácticas por parte del Cártel del Golfo y el Cártel Del Noreste en su búsqueda por controlar las operaciones de “huachicol” en Nuevo León y Tamaulipas.
La guerra territorial entre estas dos organizaciones se ha traducido en un incremento de explosivos y tiroteos entre convoyes blindados con poca intervención de las autoridades locales, según el sitio Breitbart Texas.
Los sicarios del Cártel del Golfo también se estarían haciendo pasar por miembros del cártel rival para acercarse a los trabajadores de la petrolera. Su objetivo sería generar presión sobre el Cártel del Noreste, con sede en Nuevo Laredo, que hasta la fecha, según el medio, no ha sido tocado por las autoridades.
Un ataque confirmado ocurrió en noviembre cuando las autoridades de Los Aldamas, Nuevo León, encontraron un camión de Pemex incendiado con placas WD9060-A. El vehículo estaba envuelto en llamas y cerca, encontraron las letras CDN-Z pintadas con aerosol en la carretera. Los trabajadores asignados a ese camión fueron reportados como desaparecidos.
En un ataque similar en agosto de 2020, cuando la Guardia Nacional (GN) y la seguridad de PEMEX respondieron al secuestro de dos ingenieros en la localidad de Dr. Coss. Hombres armados se llevaron a los empleados, dispararon contra su vehículo y le prendieron fuego. Días después, los secuestradores liberaron a los ingenieros.
Los ataques causaron preocupación entre los líderes de Pemex, quienes desde entonces podrían haber encubierto más incidentes de este tipo. En muchos casos pudieron haber afirmado que nunca se produjo un ataque o una desaparición, o simplemente que los eventos se tergiversaron.
El Cártel del Golfo, que durante décadas controló la llamada frontera chica entre Tamaulipas y EU, quedó muy debilitado desde la ruptura en enero de 2010 de su brazo armado, Los Zetas, un grupo criminal fundado por militares desertores que poco después creó su propio cartel. Desde entonces, el sanguinario enfrentamiento entre facciones ha sido constante por el control territorial.
Los Zetas llegaron a ser considerados como el grupo criminal más violento en México. Sin embargo, en los últimos 7 años al menos 33 de sus principales líderes han sido detenidos o abatidos por las autoridades en distintos operativos.
Luego de la detención en 2015 de Óscar Omar Treviño Morales, el Z-42, esta organización criminal comenzó a disminuir su poderío hasta tener control únicamente en el estado de Tamaulipas. Anteriormente Los Zetas operaron en al menos 22 de las 32 entidades mexicanas, llegando a tener más presencia en el país que el Cártel de Sinaloa.
Durante su época de mayor prosperidad, expandieron sus actividades ilegales más allá del tráfico de drogas, pues también cometieron extorsiones, robos, asesinatos, secuestros masivos, tráfico de personas y robo de combustible.
Según diversas investigaciones periodísticas, durante el período de Jesús Reyes Heroles como director general de la petrolera -entre los años 2006 y 2009- el robo de hidrocarburos se convirtió en un negocio de gran importancia para grupos criminales transnacionales como los Zetas y/o el Cártel del Golfo. Y fue también en este período que la corrupción de Pemex alcanzó niveles nunca antes vistos.
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