#DictaduraCanadá | Predicador Artur Pawlowski es detenido en Canadá por dar pláticas a los camioneros que protestan

“En una sociedad injusta, el único lugar para un hombre justo es la prisión”, dijo el escritor Henry David Thoreau. Eso es cada vez más cierto en Canadá, donde los críticos de sus restricciones COVID pueden ser encarcelados por protestas pacíficas.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, está liberando poderes destinados a los terroristas pero sobre los camioneros. Sus mandatos ya dañaron sus medios de subsistencia, pero ahora el tratamiento oficial del tema de los camioneros como un grupo similar a ISIS, por absurdo que parezca, amenaza con aniquilarlos por completo. Mientras tanto, un predicador de Calgary que se dirigía a los camioneros se encuentra en confinamiento solitario por un cargo falso de «incitación», según su abogado.

La condición de la libertad religiosa en Estados Unidos es bastante deprimente, pero parece ser aún peor en Canadá. Este pastor encarcelado, Artur Pawlowski, no instó a los camioneros a la violencia. Por el contrario, desaprobaba explícitamente la violencia.

“Que Dios nos ayude a todos, porque no peleamos con pistolas y espadas” dijo a los camioneros reunidos para un mitin del convoy de la libertad.

Animó a los camioneros a continuar con sus protestas. “Mantengan la línea”, dijo. «Defender su posición». Comparó su protesta con el movimiento de Solidaridad en Polonia durante la Guerra Fría y exhortó a los camioneros a permanecer unidos contra los políticos arrogantes.

En su audiencia de fianza la semana pasada, el gobierno canadiense argumentó que su discurso animó a los camioneros a continuar con sus protestas, como si la efectividad del discurso lo hiciera particularmente perseguible. (Uno se pregunta: ¿No lo habría procesado el estado si el discurso hubiera fracasado?) El tribunal negó la libertad bajo fianza a Pawlowski por estos motivos absurdos.

Esta no es la primera vez que los funcionarios del gobierno canadiense pisotean su libertad de expresión y libertad religiosa.

“La juez de la corte provincial Erin Olsen dijo que el fiscal de la Corona, Steven Johnston, había establecido motivos suficientes para ordenar que Pawlowski fuera detenido sin derecho a fianza en espera de juicio por cargos relacionados con acusaciones de que incitó a los manifestantes a continuar con el bloqueo en curso del cruce fronterizo de Coutts”, informó el Calgary Herald . Como un veredicto de un juicio espectáculo soviético, el juez afirmó de la nada que el ejercicio intachable de la libertad de expresión de Pawlowski “contribuyó a un enorme daño económico a la economía local, provincial y nacional y a un daño sustancial de la comunidad para los canadienses comunes”.

En otras palabras, es una amenaza para la tiranía de Trudeau y sus secuaces. Bien por él. Es una lástima que otros predicadores no se unan a él. Los comisarios COVID están haciendo de él un ejemplo para mantener a los demás callados.

El año pasado, él y otros dos “activistas anticubrebocas” fueron multados y puestos en libertad condicional simplemente por predicar contra los decretos pandémicos. Una condición real de su libertad condicional era que predicaran la «ciencia» detrás de los decretos.

“Están en el lado equivocado de la ciencia”, dijo el juez del caso. Incluso le dictó a Pawlowski una línea que debería incluir en sus futuros sermones: “Soy consciente de que los puntos de vista que les estoy expresando pueden no ser sostenidos por expertos médicos… la mayoría de los expertos médicos están a favor del distanciamiento social… programas de vacunas”.

En 2021 la policía interrumpió los servicios de Pascua en su parroquia para ver si su congregación cumplía con las normas de COVID. Nacido en la Polonia ocupada por los soviéticos, Pawlowski ha dicho que la experiencia le recordó esos días oscuros:

Otra similitud con esos días es que el gobierno de Canadá está obligando a los pastores a servir como títeres del Estado. Es bien sabido que los soviéticos convirtieron al clero ortodoxo en propagandistas de los decretos estatales. Su libertad religiosa se redujo a «libertad de culto», lo que básicamente significaba que no tenían libertad fuera de las cuatro paredes de sus iglesias e incluso allí tenían que seguir la línea del partido.

¿En qué se diferencia mucho de eso la multa y el enjuiciamiento de pastores por no defender la ortodoxia del gobierno sobre todo lo relacionado con LGBTQ y COVID? El senador Josh Hawley, entre otros, cree que Canadá merece un lugar en la lista del Departamento de Estado de países hostiles a la libertad religiosa. Él está en lo correcto. La administración de Biden, para el caso, también pertenece a la lista. Pero incluso Biden probablemente lo pensaría dos veces antes de enviar a un pastor a la cárcel solo por hablar con los camioneros.

La docilidad del clero durante la histeria del COVID ha sido particularmente desalentadora, especialmente porque es obviamente un subproducto de una cultura médica anticristiana. Los mandatos de vacunación provienen de los mismos entrometidos secularistas que tramaron el mandato anticonceptivo y exigen que los hospitales religiosos realicen cirugías transgénero. Darle a Fauci y a la compañía el control total sobre la atención médica tiene tanto sentido como confiar los centros para personas mayores a los eutanasiadores.

Pawlowski es una excepción bienvenida a esos pastores acobardados que secundaron los decretos del estado, precisamente por eso que se encuentra en la cárcel: el lugar honorable bajo un gobierno tiránico para cualquiera que se atreva a responder.

Fuente: The American Spectator | Odysee