El Servicio Secreto Ruso ha afirmado que Darya Dugina fue asesinada por una agente encubierta de Ucrania. Sin embargo, más preocupante es la ubicación de la presunta asesina, que enfrenta a Rusia contra un estado miembro de la OTAN aún más abiertamente que la «guerra de poder» en Ucrania.
El delicado hilo conductor de la estructura social en Europa estuvo a punto de desmoronarse a principios del siglo XX. A medida que los países imperiales crecían sus imperios, era solo cuestión de tiempo antes de que la lucha entre ellos destrozara la tranquilidad de Europa. Rusia se enfrentó a los imperios más formidables de Europa en ese momento, Austria-Hungría y Alemania.
La crisis bosnia de 1908, que vio a Austria-Hungría apoderarse de Bosnia y Herzegovina utilizando la proclamación de independencia de Bulgaria del Imperio Otomano como un catalizador político beneficioso debido a su desestabilización del área de los Balcanes, amplió el cisma entre esos imperios. Las acciones de Austria-Hungría llevarían a Rusia a defender a sus hermanos eslavos en Serbia y Montenegro, en una reacción que cambiaría para siempre la posición de Rusia entre las potencias continentales de Europa. Si bien se enmendó el Tratado de Berlín, el clima político creado por la crisis bosnia encendió la chispa para el inevitable inicio de la Primera Guerra Mundial, que se encendió con el asesinato del archiduque Francisco Fernando por el nacionalista bosnio-serbio Gavrilo Princip.
El tenue estado de una paz aparentemente insostenible en toda Europa persiste más de un siglo después de la Primera Guerra Mundial, ya que la guerra en Ucrania enfrenta a Rusia contra las potencias de Europa una vez más. La tensión sirve como ejemplo del proverbio «nada nuevo bajo el sol», ya que la volatilidad en Europa 2022 es similar a la de 1908. Similar a su actitud de apoyo al reino eslavo hace más de un siglo, Rusia ahora se opone a la hegemonía europea representada por la OTAN. Después del asesinato de Darya Dugina, este siglo podría haber descubierto su propio Franz Ferdinand.
Teniendo en cuenta que el SBU y la administración Selenskyj son de hecho subdivisiones de la CIA y el MI6 según este artículo de Thyerry Meyssan, el atroz asesinato de Darya Dugina por parte de sus agentes tiene el objetivo obvio de aumentar la escala de la guerra. Así, el mundo se encamina a una guerra termonuclear mientras el colapso hiperinflacionario del sistema financiero occidental se intensifica cada día. El mercado holandés de gas al contado, que fija el precio de todas las demás ventas de gas europeas, ha subido un 600% en el último año. Los pensionistas del Reino Unido y de otras partes de Europa están devastados, sin otra razón que el hecho de que los cárteles bancarios que dirigen la economía occidental son fanáticos verdes maltusianos que no están dispuestos a renunciar a su falsa ciencia sobre el carbono, ni a su belicismo contra Rusia y China, que está llevando al mundo a una nueva era oscura.
Existe una amplia documentación antes y después del golpe de Estado de “Maidan” en febrero de 2014 que mostraba que los impulsores de esta “revolución de colores” -promovida y orquestada abiertamente por Victoria Nuland y el vicepresidente Joe Biden de la administración Obama- eran los orgullosos seguidores del colaborador de Hitler Stepan Bandera y las diversas ramificaciones de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), fundada por los británicos1.
El régimen llevado al poder por Nuland y sus colegas del Departamento de Estado de Estados Unidos prohibió el idioma ruso y llevó a cabo ataques aéreos y de artillería contra los ciudadanos de habla rusa de la región oriental ucraniana de Donbass que se habían negado a aceptar el golpe fascista contra su gobierno elegido. Sin embargo, la clase dirigente estadounidense y británica alabó la gran “democracia” de Ucrania, incluso mientras se prohibían todos los partidos de la oposición y se erigían estatuas de Stepan Bandera por todo el país.
Mientras tanto, el régimen ucraniano ha ampliado la persecución de sus opositores en el extranjero. El 14 de julio, el “Centro de Lucha contra la Desinformación” (CCD), dependiente del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, publicó una “lista negra” en la que se incluía a más de 70 destacados periodistas, académicos, políticos, militares y otros profesionales de 22 países como supuestos “propagandistas del Kremlin”.
Rusia divulgó el nombre, fotos y videos de la supuesta autora del atentado en el que murió Daria Dugina
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia acusó este lunes a los servicios secretos de Ucrania de perpetrar el atentado que mató este sábado a Daria Dugina, hija del líder del movimiento neoeuroasianista, Alexandr Dugin, y señaló a una mujer ucraniana como la presunta autora del ataque.
“El crimen fue preparado y ejecutado por los servicios especiales ucranianos”, señala el FSB en un comunicado.
Según la nota, el atentado fue llevado a cabo por una ciudadana ucraniana, identificada como Natalia Vovk, de 43 años.
El FSB (antiguo KGB) afirma que Vovk llegó a Rusia el 23 de julio junto con su hija de 12 años, Sofia, y alquiló un apartamento en el mismo edificio de viviendas, donde residía Dugina.
Después de cometer el crimen, la sospechosa “salió a Estonia a través de la región de Pskov”, según la nota.
La historia del FSB choca con el escepticismo de quienes aún esperan explicaciones detalladas de qué pasó en el lugar del hecho, cómo se colocó la bomba y por qué había cámaras de seguridad apagadas en lugares clave.
De acuerdo con los servicios de seguridad rusos, Vovk llegó al país en un coche con la matrícula de la autoproclamada república popular de Donetsk, se movió por Moscú con matrícula kazaja y salió de Rusia, usando una matrícula ucraniana.
“El día del asesinato Vovk y Sofia se encontraban en el festival literario-musical ‘Tradición’ al que Dugina acudió en calidad de invitada de honor”, señalan.
El portal NTV, que divulgó una imagen de un presunto documento de Vovk, indicó que datos preliminares señalan que era miembro del Batallón Azov, un regimiento ultranacionalista ucraniano frecuentemente acusado por el Kremlin de ser supremacista, base de la retórica de la campaña de “desnazificación”.
Dugina murió el pasado sábado al estallar una bomba en la parte inferior de su vehículo cuando circulaba por una carretera en las afueras de Moscú procedente de un festival donde había estado con su padre.
La Presidencia de Ucrania negó previamente cualquier relación con el ataque. “Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con la explosión (del sábado), porque no somos un Estado criminal”, dijo el consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak.
Este lunes, Vladimir Putin calificó de “vil crimen” la muerte de Dugina. “Un vil crimen, cruel, puso fin prematuro a la vida de Daria Duguina, una persona brillante y talentosa dotada de un corazón verdaderamente ruso”, declaró Putin en un mensaje de condolencias publicada por el Kremlin y expresado a los allegados de la joven muerta el sábado.
En un comunicado emitido por un colaborador cercano, Dugin describió a su hija como una “estrella en ascenso” que fue “asesinada a traición por los enemigos de Rusia”.
“Nuestros corazones anhelan no solo venganza y represalias, lo que sería demasiado mezquino, no al estilo de Rusia”, escribió Dugin. “Solo necesitamos la victoria”.
Dugin ha sido un destacado defensor del concepto del “mundo ruso”, una ideología espiritual y política que enfatiza los valores tradicionales, la restauración de la influencia global de Rusia y la unidad de los rusos étnicos en todo el mundo. Ha apoyado con vehemencia la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de enviar tropas a Ucrania e instó al Kremlin a intensificar sus operaciones en ese país.
El atentado con coche bomba, inusual en Moscú, provocó llamados de venganza de los nacionalistas rusos.
El Comité de Investigación, encargado de las pesquisas penales en Rusia, abrió una investigación por “homicidio”.
Alexander Duguin, intelectual y escritor ultranacionalista, teórico del neoeurasianismo, una alianza entre Europa y Asia liderada por Rusia, está sujeto desde 2014, tras la anexión rusa de Crimea, a sanciones de la Unión Europea.
En los últimos años Ucrania prohibió varios de sus libros, en particular “Ucrania. Mi guerra. Diario geopolítico” y “Revancha euroasiática de Rusia”.
Duguin, apodado por algunos medios “el cerebro de Putin”, es a menudo presentado como cercano al presidente ruso, Vladimir Putin. Pero muchos observadores relativizaron su influencia en el Kremlin.
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