Este jueves se realizaron varias movilizaciones y cientos de manifestantes han tomado la sede de la empresa Euronext, como señal de protesta contra las pensiones.
Enarbolando banderas sindicales, entre 200 y 300 manifestantes irrumpieron en el vestíbulo de la Bolsa, con sus bengalas llenando el edificio de humo rojo y haciendo saltar las alarmas. «Estamos aquí, estamos aquí, aunque Macron no quiera, estamos aquí», coreaban, mientras un pequeño contingente de policías antidisturbios esperaba fuera.
Los disturbios en Euronext se produjeron a menos de una semana después de que Macron firmara un proyecto de ley que eleva la edad de jubilación de la mayoría de los trabajadores franceses de 62 a 64 años. El proyecto de ley fue tremendamente impopular, y la decisión de Macron de invocar poderes constitucionales especiales el mes pasado para aprobarlo sin una votación parlamentaria desencadenó violentas protestas en todo el país.
🇫🇷 Franceses asalta Euronext, la Bolsa de Valores de París. No hace mucho asaltaron la sede del fondo de la élite BLACKROCK, saben quienes están destruyendo nuestras naciones y el mundo entero: los banqueros multibillonarios de la élite mundialista que corrompen la política. pic.twitter.com/REo0yztwvw
— Rubén Luengas (@rubengluengas) April 21, 2023
El presidente se ha negado a reconsiderar el proyecto de ley, argumentando que el aumento de la edad de jubilación es «necesario» para mantener a flote el sistema de seguridad social de Francia.
Los sindicatos discrepan, argumentando que el sistema podría apuntalarse con subidas del impuesto de sociedades. «Nos dicen que no hay dinero para financiar las pensiones», declaró un sindicalista a Sky News el jueves, añadiendo que «no hay necesidad de sacar el dinero de los bolsillos de los trabajadores, hay algo en los bolsillos de los multimillonarios».
Los sindicatos de Francia han prometido seguir organizando huelgas y manifestaciones, llamando a la participación masiva el 1 de mayo, un día tradicional de marchas y mítines de izquierda. Los oponentes políticos de Macron, tanto en la izquierda como en la derecha, han prometido mantener su oposición también, mientras la líder de la Agrupación Nacional de derecha Marine Le Pen llama al proyecto de ley «la ruptura final entre Macron y el pueblo francés», y el veterano izquierdista Jean-Luc Melenchon acusa a Macron de imponer una «monarquía presidencial» en Francia.
En la pequeña localidad de Ganges, donde fue recibido por autoridades locales y donde visitara un centro educativo, Macron ha asegurado que es normal que «el enfado se exprese» y que él no esperaba otra cosa, pero eso no le «impedirá» continuar viajando por Francia.
De acuerdo a los medios locales, los cientos de manifestantes que se concentraron en el centro de esa localidad habían lanzado huevos y papas y también hubo un corte de electricidad en la escuela de educación secundaria que Macron visitaba, que fue reivindicado por miembros del sindicato CGT local.
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