Macron culpa a la “desinformación online” de los disturbios violentos en Francia: “Debemos CENSURAR el odio online”

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que la «desinformación» y el «discurso de odio» son responsables del malestar social generalizado en Francia, y propuso leyes estrictas de censura online para combatir el problema.

Hablando después de una reunión de seguridad de emergencia para abordar los disturbios civiles en curso, Macron declaró que la mayoría de los arrestados por los disturbios eran “jóvenes o muy jóvenes”, y agregó que las “ noticias falsas” de Internet son responsables de alentarlos a cometer actos de violencia.

“Las plataformas y las redes están jugando un papel importante en los eventos de los últimos días”, dijo sobre los disturbios. “Los hemos visto (Snapchat, TikTok y varios otros) servir como lugares donde se han organizado reuniones violentas, pero también hay una forma de mimetismo de la violencia que, para algunos jóvenes, los lleva a perder el contacto con la realidad”.

El mandatario advirtió que jóvenes y adolescentes estaban saliendo a las calles a representar “los videojuegos que los han intoxicado”.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo que el gobierno advirtió a los sitios de redes sociales que no aceptaran llamados a la violencia y otros contenidos que glorificaran los disturbios. Se comprometió a “tomar todas las medidas necesarias si nos damos cuenta de que las redes sociales, sean quienes sean, no respetan la ley”. El ministro también ordenó el cierre de ciertas formas de transporte público, que se han convertido en blanco de vándalos.

Los disturbios estallaron el martes por la noche en el suburbio parisino de Nanterre después de que un oficial de policía le disparó fatalmente al repartidor de pizzas de 17 años Nahel M. durante una parada de tráfico. El oficial en cuestión fue rápidamente encarcelado y acusado de homicidio, luego de un pedido de “venganza” por parte de la madre del adolescente.

Los disturbios y los saqueos se intensificaron durante la semana y se extendieron a otras ciudades importantes, incluido el puerto mediterráneo de Marsella, donde, según informes, los manifestantes saquearon una tienda de armas. Varias estaciones de policía también fueron atacadas, según informes en las redes sociales.

Darmanin dijo el viernes que un total de 917 personas han sido detenidas por la policía hasta el momento, y agregó que su edad promedio es de solo 17 años.

Con unos 45.000 agentes desplegados para sofocar los disturbios, dos importantes sindicatos policiales han exigido la represión de la “horda salvaje” de manifestantes, afirmando que los agentes estaban librando una “guerra” en nombre del gobierno. Continuaron advirtiendo que las fuerzas del orden se convertirían en «la resistencia» si los funcionarios no logran restablecer el orden.

Hasta el viernes por la tarde, los manifestantes habían provocado casi 4000 incendios, destruido más de 2000 automóviles y dañado alrededor de 500 edificios, según Macron, quien también se vio obligado a regresar temprano de una cumbre de la UE en Bruselas debido a la violencia.

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