Está en curso igualmente una posible tercera imputación contra Trump por su presunta implicación en el asalto al Capitolio
El equipo del expresidente Donald Trump quería que el juicio se celebrase una vez pasada la campaña y el fiscal del caso pretendía que fuera antes de que acabara 2023. Pero ni uno ni otro lo han logrado. La jueza de Miami ha sido salomónica.
La fecha supone un terremoto político. El juicio se celebrará en mitad de la campaña presidencial, en la que Trump intentará hacerse con la nominación republicana para optar a la Casa Blanca. De momento es el favorito contra su rival el conservador y actual gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Entre los documentos secretos, hay sesiones informativas de inteligencia de la Casa Blanca, incluidos algunos que detallan las capacidades militares y nucleares tanto de Estados Unidos como de otros países. Los fiscales alegan que Trump mostró esos documentos a personas que no tenían autorización para revisarlos y luego trató de ocultarlos a sus propios abogados. Los cargos principales conllevan penas de hasta 20 años de prisión.
Durante la primavera de 2021, funcionarios de la Administración Nacional de Archivos y Registros se pusieron en contacto con representantes de Trump tras darse cuenta de que faltaba material importante de cuándo estaba en el poder. De acuerdo con la Ley de Registros Presidenciales, los documentos de la Casa Blanca se consideran propiedad del Gobierno de los Estados Unidos y así deben conservarse.
En diciembre de ese mismo año, un representante de Trump aseguró a los Archivos Nacionales que habían encontrado documentos presidenciales en Mar-a-Lago y un mes después devolvieron 15 cajas que contenían «mucho material clasificado», según dijeron funcionarios del Departamento de Justicia a la agencia AP.
En mayo de 2022, el FBI y el Departamento de Justicia emitieron una citación para recuperar los documentos clasificados todavía en posesión de Trump. Los investigadores que fueron a Mar-a-Lago recibieron tres docenas de documentos y una declaración jurada de sus abogados asegurando que ya todo había sido devuelto, pero esa afirmación resultó ser falsa.
En agosto, los funcionario federales, con una orden de registro, regresaron a la mansión de Trump en Florida y se incautaron de más de 33 cajas y contenedores con más de 11.000 documentos, incluidos 100 clasificados. En total, se han recuperado 300 documentos secretos desde que dejó el cargo en enero de 2021.
Si fuese declarado culpable, ¿podría ser reelegido en 2024?
Ni la imputación ni la condena le impedirían postularse y ganar la presidencia en 2024. La Constitución de Estados Unidos no lo contempla. La única posibilidad que cabe para frenar su carrera a la Casa Blanca es que le condenen por incitar a la rebelión, según recoge la enmienda 14 de la carta magna, pero los expertos aseguran que es poco probable. Lo que sí está claro es que esta imputación acentúa, aún más, la división entre los estadounidenses.
Y como ya ocurrió tras el caso de Nueva York, los cargos le beneficiaron a la hora de recaudar fondos. La campaña anunció que había logrado más de 4 millones de dólares en las 24 horas posteriores a la imputación, superando con creces su récord anterior después de que el FBI registrara Mar-a-Lago.
Entre Noticias/Agencias