7.000 cristianos y alauitas han sido “masacrados” en Siria, según el diputado griego al Parlamento Europeo, Nikolas Farantouris, que visitó Damasco los días 8 y 9 de marzo.
Su visita durante el fin de semana coincidió con el hecho de que las fuerzas del régimen islamista respaldado por Turquía masacraron horriblemente a alauitas y cristianos, incluidos ortodoxos griegos, con un saldo de muertos superior a 7.000.
“Datos fiables indican que 7.000 cristianos y alauitas fueron asesinados y que se han cometido atrocidades sin precedentes contra civiles. Las comunidades cristianas y otras con una presencia milenaria en esta región corren el riesgo de extinguirse”, afirmó Farantouris en un comunicado tras su visita.
“El nuevo régimen islámico está llevando a Siria a convertirse en un Estado islámico y pretende que no puede controlar a los paramilitares y a las bandas asociadas a ellos que atacan a civiles inocentes”, continuó, añadiendo que el Patriarca Juan X hizo un llamamiento “para detener el derramamiento de sangre, mientras que en nuestra reunión privada señaló la trágica escasez de alimentos y medicinas que enfrentan los cristianos”.
“Hago un llamamiento al Gobierno griego y a los gobiernos de los Estados miembros de la UE para que actúen ya. Ni Grecia ni la UE pueden seguir mostrando tolerancia y limitándose a visitas ceremoniales y cortesías con el régimen islámico para inversiones y ‘negocios’ mientras miles de civiles son asesinados con su aquiescencia, si no con su orientación. Hay que tomar medidas aquí y ahora antes de que sea demasiado tarde”, concluyó el eurodiputado.
Las masacres de los últimos días han sido los peores hechos de violencia que han golpeado a Siria desde la caída del régimen de Assad en diciembre.
El presidente interino Ahmed al-Sharaa, cuyo grupo islamista lideró la ofensiva que derrocó a Assad, alarmado por la indignación internacional, ha intentado distanciarse de la violencia y ha prometido “hacer rendir cuentas, con firmeza y sin indulgencia, a cualquiera que haya estado involucrado en el derramamiento de sangre de civiles”.
“No habrá nadie por encima de la ley y cualquiera cuyas manos hayan sido manchadas con la sangre de los sirios se enfrentará a la justicia tarde o temprano”, afirmó.
Sin embargo, en medio de la indignación internacional, el nuevo régimen sirio también ha instado a los combatientes islamistas respaldados por Turquía bajo su control a que dejen de registrar la violencia y las masacres en un intento de ocultar sus crímenes.
En un comunicado publicado en la agencia de noticias oficial SANA, el portavoz del Ministerio de Defensa, Hassan Abdul Ghani, dijo que las fuerzas de seguridad habían neutralizado las amenazas a la seguridad y los “restos del régimen” en las provincias de Latakia y Tartus, en la costa mediterránea. Gran parte de la violencia contra los civiles alauitas y cristianos se ha producido bajo el pretexto de acabar con los remanentes de los leales a Asad, pero se ha documentado que se ha asesinado a ancianos, mujeres y niños.
Fuente: Greek City Times
