En este entrevista, realizada para el programa radial “Contragolpe” de KPFK FM, Gómez Urrutia se defiende de las acusaciones en su contra, al mismo tiempo que apunta sus dardos a una complicidad entre Grupo México y los ex gobiernos del PAN, que finalmente habrían gatillado su persecución política.
Entrevistamos a Napoleón Gómez Urrutia, máximo líder sindical minero mexicano, quien se encuentra exiliado en Canadá, acusando una persecución política en su contra.
El líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana fue acusado en 2006 de desviar fondos desde un fideicomiso de los trabajadores. Se trata de 55 millones de dólares, que sus detractores indican estaría en cuentas bancarias del dirigente y su familia en el extranjero.
Naopleón Gómez Urrutia lo niega todo, dice que varias entidades han comprobado su inocencia, y que la última muestra de ello es que la sede internacional de la INTERPOL, en Francia, ha borrado todo su expediente, indicando que la sede de la INTERPOL en México habría proporcionado “información falsa” en su contra, como parte de una persecución política. Le han borrado la “ficha roja” y eventualmente podría volver a su país sin sufrir ninguna aprehensión.
Recientemente ha publicado un libro en inglés, “Collapse of Dignity” (El Colapso de la Dignidad), donde realiza un recuento desde su infancia, cuando su padre, también sindicalista minero, lo llevaba a las profundidades tenebrosas de los yacimientos subterráneos, pasando por toda su trayectoria como el máximo líder sindical de la metalurgia y siderurgia mexicana, hasta su exilio forzado en Vancouver, Cánada.
En este entrevista, realizada para el programa radial “Contragolpe” de KPFK FM, Gómez Urrutia se defiende de las acusaciones en su contra, al mismo tiempo que apunta sus dardos a una complicidad entre Grupo México y los ex gobiernos del PAN, que finalmente habrían gatillado su persecución política.
El material completo se encuentra disponible aquí (hacer click). A continuación, les dejamos la transcripción de segmentos escogidos de la entrevista.
Rubén Luengas: Usted inicia desde el principio de su libro hace una comparación de lo que sucedió con el accidente minero en Chile (2010) y lo que pasó en México, en Pasta de Conchos (2006), Sebastián Piñera en Chile y Vicente Fox en México como presidentes…
Napoleón Gómez Urrutia: La comparación la puedo resumir muy simple. En Chile fueron rescatados los mineros que estuvieron atrapados después de la explosión y un derrumbe en una mina, y en México fueron abandonados. Y de los 65 mineros que murieron en la mina de carbón el 19 de febrero del 2006, todavía el día de hoy 63 de ellos están abandonados en el fondo de la mina. (Esto) porque la empresa Grupo México decidió, en el quinto día de tratar de rescatarlos, cerrar la mina, con el aval y el apoyo incondicional del gobierno de Vicente Fox, y dejar abandonados a nuestros compañeros y trabajadores, sin saber si estaban aún con vida o sin ella (…)
(…) En Chile, a los mineros atrapados a los 17 días los encontraron con vida, y a los 69 días los rescataron uno a uno a los 33 mineros atrapados, a una profundidad de 750 metros, en un terreno montañoso, terreno duro de roca difícil de penetrar. Y en México a 120 metros de profundidad, en un terreno plano, en una mina de carbón, en una tierra suave, los abandonaron, porque Grupo México, y su presidente Germán Feliciano Larrea, y el secretario de trabajo, Francisco Javier Salazar, estaban totalmente coludidos en negocios privados, había una complicidad tremenda y una protección total de Vicente Fox hacia esta empresa y no querían que se supiera la falta de seguridad con la que operaban en este mina, que el sindicato había estado denunciando (…)
Yo no comulgo con la ideología que defiende Sebastián Piñera, pero allí estuvo al pie del cañón. ¿Por qué Vicente Fox no se presentó a la mina?
Efectivamente, Vicente Fox nunca se presentó a la mina, ni para dar las condolencias a los familiares, ni para ofrecer el apoyo técnico, los recursos materiales que se requerían para rescatar a los trabajadores mineros. Ni tampoco el presidente de la compañía Grupo México, Germán Feliciano Larrea, ni tampoco Felipe Calderón, el presidente que siguió. Es una vergüenza que ni siquiera se hayan preocupado, con una insensibilidad e irresponsabilidad total, hayan dejado abandonados a nuestros compañeros.
¿Por qué sale usted a Canadá? Se le acusa de corrupción, de haber usado un dinero del sindicato (…) ¿Tiene usted las manos limpias?
Absolutamente, mi conciencia y mis manos siempre actuaron con honestidad y transparencia. Lo que sucede es que después de ver esta terrible negligencia criminal que cometió el Grupo México en complicidad con los gobiernos de Fox y Calderón, yo acusé a la empresa de homicidio industrial, lo que en Estados Unidos le pueden llamar “asesinato corporativo”. De inmediato desataron una campaña sucia y perversa en medios de comunicación, que controlan y dominan (…) Entonces nos inventaron 11 acusaciones falsas, que fueron desechadas por distintos tribunales (…)
(…) A principios de marzo de 2006, quince días después de la tragedia de Pasta de Conchos, (la Comisión Nacional Bancaria y de Valores) dictaminó que no había un solo peso desviado de los fondos (del sindicato). ¿Sabe lo que hicieron? Ocultaron estos resultados, sacaron el expediente de la Procaduría para continuar de estos ataques. Está la declaración del gobernador Humberto Moreira, de Coahuila, un año después quien dice que el presidente Vicente Fox le ordenó que me arrestaran a mí y a mis compañeros, y él le dijo que no había ningún cargo en contra nuestra. (Fox) dijo “pues invéntalos o créalos”, son declaraciones públicas, grabadas (…)
Rubén Luengas: Aquí tengo una nota de prensa, dice: “la oficina central de Interpol, con sede en Francia, decidió borrar de sus archivos todo lo relacionado con el líder minero Napoleón Gómez Urrutia, ya que llegó a la conclusión de que en el anterior gobierno la Interpol México presentó evidencia falsa (…) ya que se trataba de un asunto de persecución política” (…)
Hugo Espinoza: Napoléon, le quería preguntar por los detalles prácticos, ¿qué significa que usted ya no tenga una “ficha roja” (de Interpol)? ¿Significa esto que en la eventualidad usted estaría volviendo a México, cuáles son sus planes siguientes?
Sí, claro, significa que yo puedo viajar libremente por el mundo. Hoy podría yo estar de regreso en México. Ninguna de las acusaciones son válidas, han sido desechadas, en tribunales colegiados, por la Corte Suprema de Justicia de la nación, declarando inconstitucionales, o sea, violaron la Constitución para acusarme (…) Hoy podría regresar. No lo hago todavía (…) Lo voy a hacer en el momento que mis abogados lo determinen como el momento más conveniente, una vez que mis compañeros sindicales hayan tenido alguna negociación con este gobierno de Enrique Peña Nieto, porque es un gobierno que ha dicho que respetará la autonomía y la libertad sindical y queremos que sean congruentes y que así sea (…) En ese momento que esté ese acuerdo y ese respeto a la integridad, a la seguridad mía personal y de mi familia y compañeros regresaré, y espero sea pronto.
Rubén Luengas: El dinero que dicen que no está (fideicomiso del sindicato), ¿dónde está? ¿Y cómo se puede comprobar eso?
Muy fácil. La Comisión Nacional Bancaria y Valores desde marzo de 2006 dictaminó que no había ningún peso desviado y que allí estaban los fondos. Número dos: la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica solicitó a una auditoría a un despacho independiente de Suiza, que se pasó 7 meses en México revisando a fondo todo y concluyó que no había ningún peso desviado. Una comisión de la Cámara de Diputados también lo hizo. La UNAM, un despacho de juristas y fiscalistas también lo hicieron, por sugerencia de nuestros abogados (…) Todo está comprobado.