43 años del asesinato de Víctor Jara, voz contra la dictadura chilena

"El subteniente comenzó a jugar a la ruleta rusa con su revólver apoyado en la sien del cantautor, hasta que salió el primer tiro mortal que impactó en la cabeza del cantautor."

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[Nota compartida para los lectores en 2016.44 años para 2017.]

Victor Jara

Víctor Jara

Son 43 años del crimen cometido en el Estadio Chile, después llamado Estadio Víctor Jara, en donde el cantautor fuera torturado y acribillado por los militares pertenecientes a la dictadura de Augusto Pinochet, tras el derrocamiento del gobierno democráticamente electo de Salvador Allende tras el golpe militar ocurrido el 11 de septiembre de 1973. Conocido por su ideología procomunista, fue detenido, golpeado brutalmente, a grado tal que los dedos de las manos fueron destrozados a culatazos «para que no volviera a tocar la guitarra», según afirman testimonios posteriores, y después de jugar a la ruleta rusa con él, los valientes efectivos del ejército descargaron múltiples ráfagas de fusiles sobre el artista. En total, recibió 44 impactos de bala.

El asesinato del cantautor, músico, activista político y militante del Partido Comunista de Chile, Víctor Jara, ha sido calificado como uno de los más crueles de los cometidos en los días siguientes al golpe de estado en Chile, donde en las calles se vivía en absoluto terror bajo el asedio a cargo, principalmente, de los efectivos del Ejército.

En su fallo de diciembre del 2014, el ministro en visita Miguel Vásquez Plaza fijó el 16 de septiembre de 1973 como la fecha «oficial» del homicidio de Víctor Jara en el entonces Estadio Chile, pero los detenidos que fueron trasladados habían reconocido el cadáver del artista desde el día 15.

Estaba en una pila de entre 30 a 40 víctimas fusiladas, todas cubiertas de polvo blanco, al parecer cal. Lo concreto es que el cuerpo de Jara fue retirado del primer campo de concentración del golpe en la madrugada del 16 y arrojado en un sitio aledaño al Cementerio Metropolitano, donde unas pobladoras lo encontraron el día martes 18 de septiembre de 1973.

salvador-allende

Víctor Jara se preparaba para cantar en un evento de Salvador Allende

En la mañana del 11 de septiembre de 1973, Víctor Lidio Jara Martínez tenía planificado cantar en un acto de Salvador Allende en el campus de la Universidad Técnica del Estado (UTE), donde el entonces Presidente pensaba llamar a un plebiscito para que el pueblo decidiera si seguía o no en el poder. El acto estaba fijado para las 12 horas.

Jara llegó a las 11 de la mañana con su guitarra y los organizadores del acto de Allende le preguntaron si no sabía lo que estaba pasando. “Claro que sé, pero oí por la radio Magallanes que había que ir a sus puestos de trabajo. Bueno, yo trabajo acá y acá estoy”, respondió el cantautor, que también era director teatral de la UTE. Tenía 40 años.

Tras el toque de queda de las 2 de la tarde, cerca de 600 académicos, estudiantes y funcionarios –incluido Jara-decidieron quedarse. En la madrugada del 12, los militares asaltaron a balazos la UTE y a punta de metralletas sacaron del campus a los detenidos. Los subieron a golpes a buses de la locomoción colectiva y los llevaron al Estadio Chile.

Estadio Nacional de Chile

Septiembre de 1973. Estadio Chile. Partidarios del derrocado gobierno de Allende son detenidos y recluídos en el campo de concentración dentro del recinto.

Ser reconocido por un militar fue su condena a muerte

De acuerdo a un artículo publicado por un medio nacional, sobre la base de los expedientes del caso, un oficial, apodado “El Príncipe”, decían, por su soberbia, de lentes obscuros, cara pintada, metralleta terciada, granadas colgando del pecho, pistola y cuchillo corvo en el cinturón, reconoció al cantante popular, por lo cual procedió a agredirlo con destacada violencia y crueldad.

Según el relato del abogado Boris Navia, también detenido, el oficial que lo reconoció “lo golpeaba una y otra vez. En el cuerpo, la cabeza, descargando con furia las patadas. Casi le estalla un ojo. Nunca olvidaré el ruido de esa bota en las costillas. Víctor sonreía. Él siempre sonreía, tenía un rostro sonriente, y eso descomponía al facho. De repente el oficial desenfundó la pistola. Pensé que lo iba a matar. Siguió golpeándolo con el cañón del arma. Le rompió la cabeza y el rostro de Víctor quedó cubierto por la sangre que bajaba desde su frente”.

Victor Jara

Sus manos

Otro de los detenidos, el periodista Sergio Gutiérrez, contó que el artista “tenía numerosos hematomas en los pómulos, se notaba pálido, muy débil. Su mirada estaba perdida”. Apenas pudo reconocerlo, lo saludó y le preguntó cómo estaba, a lo que Víctor Jara le respondió: “Mira mis manos… mira mis manos… me las machacaron para que nunca volviera a tocar la guitarra…”.

Gutiérrez recordó que “sus manos, esas milagrosas manos cuyos dedos deleitaban a millares de trabajadores e intelectuales al pulsar las cuerdas de la guitarra para acompañar sus canciones de protesta y esperanza, ya no eran tales. Estaban hinchadas y parecían tener un solo dedo, gordo y recubierto de sangre. Las pocas uñas que le quedaban estaban negras en su totalidad. Eran las manos más golpeadas que había visto en mi vida”.

Últimos momentos

Cuando Víctor Jara se encontraba en una celda recibiendo ánimo de los otros detenidos, repentinamente llegaron dos soldados que lo arrastraron violentamente hasta un sector alto del Estadio, donde comenzó una nueva golpiza más brutal que las anteriores, a culatazos. El oficial apodado “El Príncipe” había recibido la visita de unos oficiales de la Armada.

El abogado Navia recordó que “desde lejos vemos cómo uno de ellos comienza a insultar a Víctor, le grita histérico y le da golpes de puño. La tranquilidad que emana de los ojos de Víctor descompone a sus cancerberos. Los soldados reciben orden de golpearlo y comienzan con furia a descargar las culatas de sus fusiles en el cuerpo de Víctor. Dos veces alcanza a levantarse, herido, ensangrentado. Luego no vuelve a levantarse”. Es la última vez que ven con vida al cantante popular.

Ataud de Víctor Jara

Diciembre de 2009. Más de 12 mil personas acompañaron el féretro del que seria el sepelio oficial del cantautor cuando se cumplían 36 años de su asesinato.

La búsqueda por justicia continuará

José Paredes, ex conscripto procesado en 2009 como integrante del grupo de militares que fusiló al cantautor, declaró que “cuando fueron trasladados alrededor de 15 detenidos a un camarín del subterráneo, entre ellos Víctor Jara y Litre Quiroga (ex director de Gendarmería), detrás de ellos llegó el teniente Nelson Haase y un subteniente a cargo de los conscriptos”. El subteniente comenzó a jugar a la ruleta rusa con su revólver apoyado en la sien del cantautor, hasta que salió el primer tiro mortal que impactó en su cabeza.

El ex conscripto, ya fallecido, añadió que el cuerpo de Víctor Jara cayó al suelo de costado y comenzó a convulsionar. Enseguida el subteniente ordenó a los conscriptos que se encontraban en el lugar que descargaran ráfagas de fusiles en el cuerpo del artista. En total, recibió 44 impactos de bala.

dictadura

Aprender de la historia

Lo sucedido en la dictadura de Augusto Pinochet y muchas otras ocurridas en el S. XX dentro de América Latina y en otras partes del mundo, dejan en claro el mensaje. Siempre habrá grupos, sectores reaccionarios de la sociedad que tratarán de detener el avance de la democracia, que tratarán de atar las manos y callar las voces de aquellos que se levantan contra la tiranía, contra la opresión, por ello queda la misión en las generaciones presentes y futuras, de no permitir el olvido de los nombres ni de los hechos de aquellos que son culpables de estos crímenes, ni de aquellos que los enfrentaron.

Los pueblos tienen las preguntas, la historia tiene las respuestas y ante el crecimiento de los gobiernos autoritarios se debe ser firme y condenar cada acto en contra de la libertad, alzar la voz con valor y entender la gravedad de cada uno de estos hechos no trivializándolos ni convirtiéndolos en costumbre de todos los días.

Conoce la obra de Víctor Jara:

 

Redacción/Entre Noticias/Opal

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