Según los cálculos preliminares, la operación podría generar unos 200.000 millones de dólares para el fisco egipcio.
La crisis que viven las arcas fiscales de Egipto han motivado a sus autoridades a pensar en soluciones poco ortodoxas, como el arriendo de las pirámides de Guiza, la esfinge y otros templos.
Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, y en este caso bien podría aplicarse el dicho a lo que sucede en Egipto, que tras una larga revuelta popular que terminó desterrando al ex comandante Hosni Mubarak, los nuevos administradores del Estado están pensando en medidas poco usuales para revertir la crisis financiera del fisco. En estos tiempos calamitosos donde la solución propuesta para todos los problemas de gestión es la privatización de la manufactura, de los servicios básicos y de los recursos naturales, bien se podría aplicar una operación similar a un sitio arqueológico.
Según detalla el periódico ABC, y según confirma el secretario del Consejo Supremo de Antigüedades, Adel Abdel Sattar, el gobierno egipcio mediante el Ministerio de Economía habría lanzado una oferta para arrendar, o sea licitar, alguno de sus más reconocidos y ancestrales reliquias arqueológicas, como las pirámides de Guiza, la Esfinge y la zona de los templos de Abu Simbel y Luxor. El tremendo valor turístico de los sitios estaría llamando ya la atención de inversionistas, y se ha dicho que Qatar ya habría realizado una oferta concreta por la concesión de cinco años.
Según los cálculos preliminares, la operación podría generar unos 200.000 millones de dólares para el fisco egipcio, que no sólo aliviaría la deuda pública, sino que apoyaría en gran medida a la economía nacional. A pesar de ello, el «arriendo» de las pirámides como medida paliativa sufre de gran impopularidad entre los egipcios, como la indicado Adel Abdel Sattar. Pero quién sabe, en tiempos desesperados, en un país con gran inestabilidad política, cualquier cosa se puede esperar.
Redacción «Entre Noticias»
Crédito foto: Ricardo Liberato