Entre Noticias, compartimos un poema del escritor palestino Mahmud Darwish
CADÁVERES ANÓNIMOS
Cadáveres anónimos.
Ningún olvido los reúne,
Ningún recuerdo los separa…
Olvidados en la hierba invernal
Sobre la vía pública,
Entre dos largos relatos de bravura
Y sufrimiento.
«¡Yo soy la víctima!». «¡No, yo soy
la única víctima!». Ellos no replicaron:
«Una víctima no mata a otra.
Y en esta historia hay un asesino
Y una víctima». Eran niños,
Recogían la nieve de los cipreses de Cristo
Y jugaban con los ángeles porque tenían
La misma edad… huían de la escuela
Para escapar de las matemáticas
Y la antigua poesía heroica. En las barreras,
Jugaban con los soldados
Al juego inocente de la muerte.
No les decían: dejad los fusiles
Y abrid las rutas para que la mariposa encuentre
A su madre cerca de la mañana,
Para que volemos con la mariposa
Fuera de los sueños, porque los sueños son estrechos
Para nuestras puertas. Eran niños,
Jugaban e inventaban un cuento para la rosa roja
Bajo la nieve, detrás de dos largos relatos
De bravura y sufrimiento.
Luego escapaban con los ángeles pequeños
Hacia un cielo límpido.
Mahmud Darwish, del poemario: La ta´tadhir ´ammâ fa´alta (No pidas perdón) (2004)