“Hoy conmemoramos el aniversario de la muerte de dos hermanos que quiso Dios que fallecieran el mismo día (…) Celebramos los aniversarios de los siervos de Dios Francisco y José Antonio”. Así comenzó el sacerdote, llegado desde Paracuellos del Jarama para la ocasión, la misa homenaje al dictador y al fundador de Falange celebrada ayer, viernes, en la Iglesia de San Fermín de los navarros en Madrid.
Entre Noticias invita a leer directamente en el sitio lo ocurrido ayer en esa iglesia, a la que asistió la hija del dictador y donde se escucharon cánticos de ‘Viva Franco’ y la entonación de «Cara al Sol», el himno de la Falange Española
Público informa sobre lo dicho al respecto por la parroquia
La iglesia de San Fermín de los navarros ha señalado que la congregación “está en contra” de esta misa pero que “no puede hacer nada” para evitarlo. “No nos parece bien, pero tienen derecho a celebrar”, han señalado fuentes de la parroquia, que ha informado de que el edificio amaneció ayer con pintadas de “Franco asesino”.
Carmen Franco, hija de Francisco Franco
La jerarquía católica y Franco fueron uña y carne. Unidos por una férrea cohesión ideológica y unos mismos objetivos. El obispo, Joan Perelló, quería una “profilaxis social”, decía que se necesitaba un “bisturí para sacar la pus de las entraña de España”. La pus, evidentemente, eran las personas con una ideas políticas opuestas a las suyas. Para regocijo suyo, Francisco Franco, pensaba lo mismo que él y declaraba sentirse “dispuesto a exterminar si fuese necesario a toda esa media España que no me es afecta” con el propósito de “la restauración de la clásica y cristiana unidad de las ciencias, destruida en el siglo XVIII”.