De los 15 países que conforman ese organismo, 14 votaron a favor. Estados Unidos se abstuvo, permitiendo así que el texto saliera adelante.
Estados Unidos, tras haber vetado en 2011 una resolución similar, se abstuvo y permitió que el texto saliese adelante con el respaldo del resto de miembros del Consejo de Seguridad.
La postura estadounidense supone un paso importante por parte del presidente saliente, Barack Obama, que en los últimos meses ha endurecido el tono contra los asentamientos.
Su sucesor, Donald Trump, había pedido a Obama que vetase la resolución e intercedió con éxito ante Egipto, el impulsor original del texto, para que pospusiese la votación.
La resolución aprobada exige a Israel el cese de su política de asentamientos en territorios palestinos, incluido Jerusalén oriental, e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.
Según la resolución, los asentamientos «constituyen una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos estados, así como una paz, justa, duradera y completa».
Además, el Consejo de Seguridad reitera que no reconocerá ningún cambio a las líneas trazadas en 1967 a no ser que sea acordado por las dos partes a través de negociaciones.
Así, condena «todas las medidas destinadas a alterar la composición demográfica, carácter y estatus del territorio palestino ocupado desde 1967, incluido Jerusalén Este», entre las que señala los asentamientos, la confiscación de tierras y las demoliciones de viviendas palestinas.
Al mismo tiempo, el máximo órgano de decisión de la ONU demanda medidas para prevenir «todos los actos de violencia contra civiles, incluidos actos de terrorismo, así como todos los actos de provocación y destrucción» y condena la incitación y el discurso del odio.
Varios miembros del Consejo de Seguridad defendieron que se trata de una resolución equilibrada y que, básicamente, se limita a reiterar una postura que defiende la ONU y la práctica totalidad de la comunidad internacional.
La resolución es la primera sobre el conflicto de Oriente Medio que el Consejo aprueba desde 2009.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha estimado la resolución aprobada como «un paso importante que demuestra el liderazgo necesario del Consejo y los esfuerzos colectivos de la comunidad internacional que confirman que la existencia de los dos Estados sigue siendo alcanzable».
Palestina ha indicado que la resolución de la ONU supone «un gran golpe» para Israel.
Israel no acepta la resolución
El gabinete de Netanyahu ha señalado que Israel no acatará la resolución de la ONU, según indica AFP.
Tras de la votación, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha llamado a consultas a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal.
El 21 de diciembre, Netanyahu utilizó su cuenta de Twitter para recordar a EE.UU. que debería vetar esta «resolución anti Israel».
Entre Noticias/Agencias