Para Rusia se trata de seguir promoviendo una agenda política destinada a «derrocar al Gobierno legítimo de Siria».
Antes, hace alrededor de un mes, había sido el turno del general James Mattis, Secretario de Defensa de Estados Unidos, amenazando con llevar a cabo un ataque contra Siria, a pesar de no tener ninguna evidencia sobre quiénes pudieron haber sido los responsables del «nuevo ataque químico» en ese país árabe: «The U.S. has “no evidence” that the Syrian government used the banned nerve agent Sarin against its own people.» (Estados Unidos no tiene evidencia de que el gobierno sirio haya usado el prohibido agente nervioso Sarín en contra de su propia población).
Desde la fecha del nuevo ataque, Washington mantuvo su postura sobre la culpabilidad de Damasco, usando el tema de las armas químicas como herramienta de presión contra el presidente sirio, Bashar Asad, y sus aliados, en ese contexto como lo son Rusia e Irán, pero sin evidencia alguna como han reconocido.
Moscú, por su parte, criticó en repetidas ocasiones lo que calificó como «toma de decisiones apresuradas e intentos de politizar el tema del uso de sustancias tóxicas para promover una agenda política destinada a derrocar el Gobierno legítimo sirio».
While Mattis says the US has no evidence #Assad used chemical weapons in #Syria , tillersom also said he has no idea who is using them. https://t.co/8PAdI5TvIa
— Partisangirl 🇸🇾 (@Partisangirl) 6 de marzo de 2018
Mientras tanto, así respondió el embajador sirio ante la ONU acusaciones de periodistas que califican de asesino a gobierno que representa en ante ese organismo.
Sobre el ataque de abril de 2017
Según el reconocido periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh, el presidente Trump sabía que el gobierno sirio no había lanzado armas químicas en abril de 2017 sobre la ciudad siria de Jan Sheijun. Hersh afirma que Trump tomó la decisión sin tener en cuenta la opinión de expertos y luego, su Administración trató de crear en los medios un panorama que pudiera justificar su ataque. En su investigación, Hersh se basa en datos recibidos por parte de numerosas fuentes del propio Gobierno y diferentes servicios de inteligencia de Estados Unidos.
«Desde el inicio y hasta el final todo eso fue un típico show de Trump», dijo el periodista citando a uno de los asesores en seguridad de la propia Casa Blanca.
Entre Noticias/Agencias