La Casa Blanca habría decidido que respaldar un golpe militar en Venezuela sería demasiado arriesgado, debido a la posibilidad gran derramamiento de sangre.
El 11 de septiembre de 1973, Chile vivió uno de los hechos más dramáticos de su historia, cuando el primer presidente socialista electo de manera democrática en el mundo, Salvador Allende, fue víctima de un golpe de Estado promovido por la oligarquía de su país, por el gobierno estadounidense y parte importante de las Fuerzas Armadas chilenas.
En ese contexto histórico, ha sido revelado que el actual Gobierno de Estados Unidos mantuvo varias reuniones secretas con militares rebeldes de Venezuela para discutir el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, informó el diario The New York Times, que cita a funcionarios estadounidenses y a un ex comandante militar venezolano.
Las reuniones comenzaron en otoño de 2017 y continuaron hasta este año, y durante esas conversaciones, celebradas en el extranjero, los militares de la nación sudamericana aseguraron a la administración de Donald Trump que representaban a cientos de miembros del ejército que no estaban de acuerdo con Maduro.
Sin embargo, la Casa Blanca finalmente habría decidido que respaldar un golpe militar en Venezuela sería demasiado arriesgado, debido a la posibilidad gran derramamiento de sangre. Por lo tanto, según la publicación, se distanció del plan. Además, algunos funcionarios del gobierno de Estados Unidos Estaban alarmados por los antecedentes de algunos los oficiales rebeldes: al menos uno de ellos es un grave violador de los derechos humanos que anteriormente había sido acusado por EU de estar vinculado al narcotráfico y tener vínculos estrechos con el Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que ha figurado en la lista oficial de organizaciones terroristas extranjeras del gobierno en Washington. Finalmente, los conspiradores habrían cancelado sus planes de un golpe de Estado, después de haber evaluado que se enfrentarían a una resistencia feroz de las fuerzas que apoyan a Nicolás Maduro.
Consultada por esta información, la Casa Blanca respondió al diario en un comunicado que era necesario participar en un “diálogo con todos los venezolanos que expresan el deseo de restablecer la democracia”, a fin de “aportar un cambio positivo a un país que ha sufrido mucho bajo el gobierno de Maduro”.
Después de muchas discusiones, acordamos que debíamos escuchar lo que querían decirnos”, explicó un funcionario de alto nivel del gobierno estadounidense al influyente diario, mismo que recordó que el año pasado el presidente Donald Trump, declaró que tenía una “posible opción militar” para Venezuela.
Entre Noticias/Agencias