El neoliberalismo, estimados amigos de entre noticias, ha trasformado en las personas el sentido mismo de la vida, desdibujando el equilibrio necesario entre luchar por ser y luchar por tener. Transformando las diferentes expresiones de lo humano y de cada una de las empresas, con los humanos embarcados en ellas, en imagen y semejanza de los intereses económicos propios de la dictadura de mercado.
Por Rubén Luengas
Injusta la vida corrosiva de los condenados de la tierra, privados sistemáticamente de atributos de humanidad, por los engendros malignos del poder que les derraman su sangre y les apabullan el alma.
Además de la eliminación de los subsidios al combustible, el gobierno de Lenín Moreno anunció también la reducción vacacional para los empleados públicos de 30 a 15 días, también otra de las exigencias del FMI tras haberle prestado 10 mil millones de dólares al gobierno de Moreno.
Lo ocurrido en Ecuador durante el décimo mes del año, no es sólo un asunto domestico propio del país sudamericano, pues en todo el mundo el neoliberalismo, no sólo ha saturado el significado y contenido propios de la democracia con los valores del mercado, sino que ha realizado un ataque violento y sanguinario contra los principios, las prácticas, las culturas, las instituciones de la democracia misma, entendida no como el gobierno de las élites, sino como el gobierno del pueblo.
El neoliberalismo, estimados amigos de entre noticias, ha trasformado en las personas el sentido mismo de la vida, desdibujando el equilibrio necesario entre luchar por ser y luchar por tener. Transformando las diferentes expresiones de lo humano y de cada una de las empresas, con los humanos embarcados en ellas, en imagen y semejanza de los intereses económicos propios de la dictadura de mercado.
En los criterios de la razón neoliberal, todas las esferas de la existencia se miden en términos del vocabulario y la gramática de la globalizacíon neoliberal depredadora que privatiza las ganancias y socializa las pérdidas.
Quienes se creen los amos del planeta y de la vida sobre la tierra, lo que le están diciendo desde el Ecuador al resto de la humanidad, es quiénes, según ellos, deben vivir y quienes no dentro de su visión perversa y psicópata de una economía conectada como fuente de energía al consumismo irracional y a la obsolescencia programada. De una economía neoliberal donde todo está a la venta , o sujeto de ser expoliado, por las buenas o por las malas, para el beneficio de las corporaciones globales.
Según estudios de exégesis y hermenéutica sobre textos bíblicos relacionados con la expulsión de los demonios, resulta que dichos demonios eran ideologías. ¿alguien pone en duda que la ideología dominante que agobia a la vida en el planeta debiera ser exorcizada?
