Unos 1,500 migrantes centroamericanos de la llamada caravana 2020, formada principalmente por hondureños y salvadoreños, intentaron entrar por la fuerza a México este sábado, pero fueron contenidos por militares de la Guardia Nacional que reforzaron la seguridad en la frontera con Guatemala ante la llegada del contingente.
Un grupo de migrantes forcejeó brevemente con los militares en el paso del puente internacional Rodolfo Robles, que conecta a ambos países, mientras un agente del Instituto Nacional de Migración (INM) explicaba que deberán sujetarse a las leyes mexicanas para entrar al país.
Los migrantes, una mayoría de los cuales partió la noche del martes desde la hondureña San Pedro Sula, habían llegado este sábado por la mañana al puente sobre el río Suchiate.
«Queremos pasar, solo queremos seguir para adelante», se escuchaba desde la multitud, que insistió para que dejaran pasar a todo el contingente.
Los migrantes intentaron cruzar hacia México pero fueron repelidos por la Guardia Nacional debido a que no han iniciado los procedimientos de registro y debido a que era una multitud se usó gas pimienta para dispersarlos.
Sin embargo, otros tantos aceptaron las condiciones de las autoridades y comenzaron a ingresar al recinto migratorio del lugar en grupos de 20 personas. Recordemos que esta misma semana López Obrador propuso 4 mil empleos en el sur de México para inmigrantes que se registraran.
Son más de 3 mil migrantes, principalmente hondureños, en esta nueva caravana que pretende llegar a Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia. Ayer avanzaban por Guatemala, en medio de controles de la policía local y la supervisión de funcionarios migratorios estadunidenses en zonas aledañas a los pasos fronterizos.
Redacción Entre Noticias | Agencias | evr