Un voluntario brasileño que participó en las pruebas de la fase tres de la vacuna de Oxford ha fallecido, según informó este miércoles la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Anvisa explicó que fue notificada del deceso el pasado 19 de octubre y que el comité independiente que sigue el caso sugirió continuar con las pruebas. «El proceso sigue evaluándose», destacó.
Al alegar «compromisos de confidencialidad ética», Anvisa no precisó si al voluntario se le administró la vacuna o el placebo. Sin embargo, según O Globo, que cita fuentes relacionadas con el estudio y no identificadas por sus obligaciones legales, al fallecido se le administró el placebo y no la vacuna.
También la agencia Bloomberg, que cita a una persona familiarizada con el caso y que pidió no ser identificada, asegura que el fallecido no recibió la vacuna.
«Los datos sobre voluntarios de investigación clínica deben mantenerse confidenciales, de acuerdo con los principios de confidencialidad, dignidad humana y protección de los participantes», puntualizó la agencia.
En una nota, que recoge G1, la Universidad de Oxford resaltó que la «cuidadosa revisión» realizada por el comité independiente no generó preocupaciones sobre la seguridad del ensayo clínico.
«En primera línea»
Investigadores relacionados con las pruebas en Brasil, y de los que se hace eco la prensa local, apuntan que el voluntario era un médico de 28 años, que vivía en Río de Janeiro y llevaba desde marzo trabajando en primera línea atendiendo a pacientes con coronavirus en las Unidades de Terapia Intensiva y en emergencias.
En Brasil, la vacuna, desarrollada entre el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, es una de las principales apuestas del Gobierno Federal para una futura campaña de vacunación contra el covid-19.
Los ensayos en fase tres, última etapa antes de que la vacuna sea homologada, comenzaron en junio en este país. Se calcula que 8.000 voluntarios participaron en las pruebas.
En julio, se publicó en la prestigiosa revista científica The Lancet un estudio de los resultados preliminares, en el que se citaban reacciones «leves y moderadas».
«Descartada la compra de vacunas»
Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó en agosto una decreto para la producción, compra y distribución de esa vacuna por un valor de 1.900 millones de reales (unos 340 millones de dólares).
A principios de septiembre, el estudio clínico en fase tres de la vacuna se suspendió temporalmente a causa de una reacción adversa en uno de los voluntarios en Gran Bretaña. Las pruebas fueron interrumpidas en todos los centros donde se estaban llevando a cabo, entre ellos los de Brasil, pero se retomaron días después.
Brasil ha registrado hasta ahora 5.273.954 contagios y 154.837 muertes por coronavirus, lo que le sitúa en el segundo país con más fallecidos después de EU, que contabiliza 221.083 víctimas fatales.
Bolsonaro descartó este miércoles la compra de vacunas por parte de su Gobierno hasta que no se hayan comprado su eficacia. El mandatario hizo estas declaraciones tras desacreditar a su ministro de Sanidad, Eduardo Pazuello, quien el día anterior anunció la compra de millones de dosis de la vacuna china CoronaVac.
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