Por el momento, se han propuesto siete criterios para permitir dicha eutanasia. El médico debe estar convencido, sobre la base de los «conocimientos médicos predominantes», de que «el niño sufre de forma insoportable y sin ninguna esperanza posible». Será necesario el dictamen de un «experto independiente». El médico debe estar convencido de que la eutanasia es «la única opción posible para aliviar el sufrimiento». Tendrá que compartir el diagnóstico «en su totalidad» con los padres, pero también hablar de ello con el niño «de una manera adaptada a su nivel de comprensión». Ambos padres deben dar su consentimiento. El médico debe asegurarse de que el niño no sea sometido a la eutanasia «contra su voluntad». Por último, la eutanasia debe realizarse con «cuidados médicos».
En la actualidad, la eutanasia está permitida en los Países Bajos para los niños mayores de 12 años que sufren de forma «insoportable y desesperada». La ley les considera «capaces de comprender su situación y la gravedad de su decisión». Desde el Protocolo de Groningen de 2005, también es posible para niños menores de un año con el consentimiento de sus padres. La decisión se evalúa posteriormente. Sobre la base de este protocolo, el Ministro elaborará la nueva normativa.
De Jonge agregó que no sería necesario enmendar las leyes actuales. Más bien, los médicos estarían exentos de enjuiciamiento por llevar a cabo una eutanasia aprobada en un niño.
Este último anuncio puede sentar un precedente muy peligroso. El Protocolo de Groningen permite la eutanasia de recién nacidos que están experimentando sufrimiento actual o futuro. Si usa las mismas definiciones para niños menores de 12 años, habrá muchas muertes por eutanasia de niños que pueden tener condiciones tratables. Además de eso, hay muchas condiciones médicas que posiblemente conduzcan a un sufrimiento futuro.
El protocolo de Groningen para la eutanasia neonatal: ¿Hacia dónde se inclina pendiente resbaladiza?
Entre Noticias/Dutch News