La guerra ha reducido vastas extensiones de Gaza a un páramo de edificios destruidos y escombros y ha provocado un desastre humanitario para sus 2,4 millones de habitantes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha instado a Hamás a aceptar un plan de alto el fuego con Israel antes de que comience el mes de ayuno musulmán, que podría ser tan pronto como el domingo dependiendo del avistamiento de la luna creciente.
Sin embargo, los mediadores en Egipto han luchado por superar obstáculos difíciles en sus intentos de negociar una pausa, mientras las Naciones Unidas han advertido que la hambruna acecha a los palestinos atrapados por los combates.
«Es una tragedia para la humanidad y una vergüenza para la civilización que hoy, en el siglo XXI, este desastre humanitario no pueda detenerse», dijo el Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en una conferencia de prensa en Beijing.
China, históricamente comprensiva con la causa palestina, ha estado pidiendo un alto el fuego desde que comenzó la guerra cuando militantes de Hamás atacaron Israel el 7 de octubre.
«La comunidad internacional debe actuar con urgencia, haciendo del cese del fuego inmediato y de las hostilidades una prioridad absoluta, y garantizando la ayuda humanitaria una responsabilidad moral urgente», dijo Wang.
La guerra ha reducido vastas extensiones de Gaza a un páramo de edificios destruidos y escombros y ha provocado un desastre humanitario para sus 2,4 millones de habitantes.
Niveles de hambre ‘catastróficos’
El Ministerio de Salud en Gaza gobernada por Hamas dijo el miércoles que 20 personas han muerto por desnutrición y deshidratación, al menos la mitad de ellas niños.
Sólo una ayuda limitada ha llegado al norte de Gaza, donde el Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha advertido que el hambre ha alcanzado «niveles catastróficos» en el norte de Gaza, donde la ayuda ha sido limitada.
«Los niños están muriendo de enfermedades relacionadas con el hambre y sufren graves niveles de desnutrición», afirmó el PMA.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, una de las últimas víctimas fue una niña de 15 años que murió en el Hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza.
El portavoz del Ministerio de Salud, Ashraf al-Qudra, dijo que «la hambruna en el norte de Gaza ha alcanzado niveles letales» y podría cobrar miles de vidas a menos que Gaza reciba más ayuda y suministros médicos.
Los habitantes de Gaza esperaban para recoger bolsas de harina frente a una oficina de la agencia de refugiados de la ONU en la ciudad sureña de Rafah, donde ahora viven casi 1,5 millones de palestinos, la mayoría de ellos desplazados por la guerra.
«La harina que nos proporcionan no es suficiente», afirmó el desplazado Muhammad Abu Odeh. «No nos dan azúcar ni nada más que harina».
En Khan Yunis, la ciudad más grande del sur de Gaza, decenas de personas fueron a inspeccionar sus casas y a recoger las pertenencias que pudieron recuperar después de que las fuerzas israelíes se retiraron del centro de la ciudad, afirmó un corresponsal de la AFP.
El ejército aún no ha respondido a una petición de la AFP para confirmar dicha retirada.
Tensiones durante el Ramadán
La guerra comenzó después de que Hamás lanzara el 7 de octubre un ataque contra el sur de Israel que se saldó con unas 1.160 muertes, la mayoría de ellas civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Los militantes también tomaron alrededor de 250 rehenes. Israel cree que 99 de ellos siguen vivos en Gaza y que 31 han muerto.
La ofensiva de represalia de Israel ha matado al menos a 30.717 personas, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido seguir adelante con la campaña para destruir a Hamás, antes o después de cualquier acuerdo de tregua.
Biden pidió el martes a Hamás que acepte un plan de tregua negociado por mediadores estadounidenses, qataríes y egipcios, diciendo que «está en manos de Hamás ahora mismo».
El acuerdo propuesto pausaría los combates durante «al menos seis semanas», vería la «liberación de enfermos, heridos, ancianos y mujeres rehenes» y permitiría «un aumento de la asistencia humanitaria», dijo la Casa Blanca.
Un punto conflictivo conocido se centra en la demanda israelí de que Hamás proporcione una lista de los rehenes que aún están retenidos, una tarea que Hamás dice que no puede completar mientras continúen los bombardeos israelíes.
El grupo islamista palestino dijo en un comunicado que había «mostrado la flexibilidad necesaria con el objetivo de alcanzar un acuerdo», insistiendo en un cese total de los combates.
La violencia ha estallado en los últimos años durante el Ramadán en el recinto de la mezquita Al-Aqsa, anexada al este de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del Islam y el más sagrado del judaísmo, conocido por los judíos como el Monte del Templo.
Hamás ha instado a los musulmanes a acudir allí en grandes cantidades, como lo hacen todos los años, mientras que algunos políticos israelíes de extrema derecha han instado a que se impongan restricciones.
Israel ha dicho que inicialmente se permitirá la entrada de musulmanes al sitio «en números similares» a los de los últimos años, seguido de una «evaluación de la situación» semanal.
«Hambre generalizada»
Aviones jordanos, estadounidenses y de otros países han lanzado repetidamente alimentos desde el aire en Gaza, pero el subjefe del PMA, Carl Skau, dijo que «los lanzamientos desde el aire son un último recurso y no evitarán la hambruna».
Sudáfrica solicitó el miércoles a la Corte Internacional de Justicia que imponga más medidas de emergencia contra Israel por lo que describió como «hambruna generalizada» en Gaza.
El Ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, también presionó a Israel el miércoles para que aumentara el flujo de ayuda a Gaza.
Más de 100 personas murieron en un caos sangriento la semana pasada cuando miles de personas invadieron camiones de ayuda. Los funcionarios de Gaza culparon de las muertes a los disparos israelíes, mientras que el ejército insistió en que la mayoría fueron pisoteadas o atropelladas.
Otro convoy de camiones fue desviado por tropas israelíes dentro de Gaza el martes por la noche y luego detenido por «una gran multitud de personas desesperadas que saquearon los alimentos», dijo el PMA.
Israel, que ha retirado a su enviado ante la ONU en una señal de crecientes tensiones, dijo que el Consejo de Seguridad de la ONU debería «designar a Hamas inmediatamente como organización terrorista» e imponerle sanciones.
Entre Noticias/AFP
