Mientras en México, son opiniones como la de Fuentes las que más he escuchado sobre el presidente mexicano durante mis visitas más recientes, aquí en Estados Unidos le siguen enalteciendo al grado de que la revista Foreign Policy le ha incluido ahora en su lista de «los 100 pensadores del año»
por Rubén Luengas
Primero en abril del 2013, la revista Time incluyó al presidente de México Enrique Peña Nieto en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo, al lado de figuras como el presidente Barack Obama o el Papa Francisco.
Luego el ex gobernador de Nuevo México Bill Richardson, se volaba la barda al afirmar que Peña Nieto «combinaba el carisma de Ronald Reagan con el intelecto de Barack Obama y las habilidades políticas de Bill Clinton».
Al contrario de la revista Time y de Bill Richardson, el ya desaparecido escritor mexicano Carlos Fuentes definió a Peña Nieto como un hombre de «muy escasos recursos intelectuales y políticos» y de ser además «un ignorante».
Mientras en México, son opiniones como la de Fuentes las que más he escuchado sobre el presidente mexicano durante mis visitas más recientes, aquí en Estados Unidos le siguen enalteciendo al grado de que la revista Foreign Policy le ha incluido ahora en su lista de «los 100 pensadores del año» por supuestamente «revivir a las instituciones moribundas del país», y «embarcarse en una oleada de reformas» como la educativa y energética. Dice la revista que nuestro «pensador mexicano» busca «poner fin a la dominación sin control de los profesores de los sindicatos sobre el sistema educativo» y con la Reforma en Telecomunicaciones «enfrentar a los monopolios de televisión».
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar: «Es como haber incluido a Sarah Palin en la lista de los 100 pensadores del año», escribieron en Facebook. Otro dijo que «sí, es cierto, porque Peña Nieto se pasó el año pensando en como chingarse a los mexicanos». Uno más aseguraba que «no es necesario ser analista político para darse cuenta que esos elogios a Peña Nieto son las palmaditas en la espalda al chico bien portado que ha cumplido bien con las tareas asignadas».
¿Será que Vox Populi, Vox Dei? No lo se, pero lo que sí se, es que si ese es el nivel de pensamiento en el mundo, el del grupo de los 100 que incluye a Peña Nieto según Foreign Policy, empezaré entonces a reconsiderar mis discrepancias con aquellos que nos agobian con sus teorías apocalípticas del fin del mundo.