Richard Wagner y el nazismo: 202 años de mito y realidad

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Wagner Hitler

Richard Wagner fue y es, sin duda, uno de los compositores más influyentes de la historia. Su música postromántica no deja a nadie indiferente: hay quien la ama, y hay quien la odia. Wagner quiso revolucionar el teatro y la ópera, participó personalmente en una revolución política y se identificó posteriormente con las corrientes nacionalistas alemanas.

Al día de hoy, este tema todavía sigue causando controversia. Para el director Christian Thielemann, no obstante, no hay debate posible: “La música no se puede politizar”, dice, en entrevista con DW. “Ha sido siempre el gran malentendido. Una elección de tempo en la ópera ‘Los maestros cantores de Núremberg’ no tiene nada que ver con política. Se hace por el bien de la obra. Cuando se hace con otros motivos, puede resultar dañina, o completamente incorrecta.”

Se dice que sobre su vida y obra se ha escrito más que sobre cualquier otro personaje de la historia, salvo Jesucristo o Napoleón Bonaparte. En el 202 aniversario de su nacimiento, Richard Wagner continúa siendo un tema ampliamente discutido, y sus obras se representan con más frecuencia que nunca.

Sus orígenes fueron humildes: su padre, Carl Friedrich Wagner, era un empleado de la policía; su madre, Johanna Rosine Wagner, hija de panaderos. El joven Wilhelm Richard Wagner, no obstante, desarrolló rápidamente un interés por el teatro. Al principio, quería ser poeta. Pero cuando a sus 16 años asistió a una representación de la ópera de Beethoven “Fidelio”, sus aspiraciones se tornaron hacia la ópera. Wagner quería ser compositor. Y ya en 1831, durante sus estudios musicales, comenzó con el desarrollo de su primera ópera. Él mismo escribió el texto, hábito que le acompañó durante toda su vida.

Wilhelm Richard Wagner nació en Leipzig, (actual Alemania) el 22 de mayo del año 1813. Con apenas seis meses edad perdió a su padre, no obstante su madre Johanna Rosine y su padrastro, el actor y dramaturgo Ludwig Geyer, le educaron y mantuvieron.

Precisamente fue por el trabajo de Geyer que Richard se interesó en las artes interpretativas y dramáticas, así como en la música; aunque el proceso de aprendizaje en estas disciplinas fue lento y autodidacta, su empeño y singular mente lo llevaron a crear obras únicas y de gran trascendencia.

Richard Wagner es reconocido como una de las figuras más importantes de la música del siglo XIX. Entre sus obras más conocidas podemos mencionar algunas de sus óperas, como «El holandés errante», «Tannhauser» o «El anillo del nibelungo».

El gran compositor se casó en dos ocasiones, con Minna Planer y Cósima Liszt.

 
Wagner y Hitler

 

En una entrevista publicada por el diario alemán ‘Tagesspiegel’ en 2013, con motivo del 200º aniversario del nacimiento del compositor favorito de Adolf Hitler, la directora del festival de Bayreuth, Katharina Wagner, bisnieta del compositor y tataranieta de Franz Liszt, aseguró que donaría a los archivos bávaros documentos heredados de su padre Wolfgang, «para ofrecer a los investigadores la posibilidad de acceder» al pasado de la familia cercana al dictador alemán.

Katharina Wagner, de 37 años, explica que cedió estos documentos en 2010 a un historiador y a un periodista y lamenta que no hayan hecho nada con ellos, al menos por el momento, por lo que confía que los archivos públicos muestren más interés por analizar y publicar los datos que en ellos aparecen.

Si bien existen pruebas que delatan a Richard Wagner como un antisemita y queda como muestra el ensayo que él mismo publicó en 1850, bajo el título de ‘Das Judenthum in der Musik’ (El judaísmo en la música), del que no sólo no se retractó sino que incluso escribió una segunda versión, más dura, en 1869, escritos por los cuales se ganó postmortem la admiración del Führer, mismo que convirtió la música de este compositor en ejemplo operístico del Tercer Reich y proscribió a Mendelssohn, de origen judío y tachado de «débil» por Wagner, sin embargo no es esto un motivo para restarle el valor que por sí mismo tiene su música, misma que marcó un antes y un después no sólo en la ópera, sino en la manera misma de utilizar a la orquesta, sumando a esto que el lugar que ocupó como símbolo dentro de la ideología nazi no deja de ser sólo parte de la voluntad unilateral de Hitler, hecho que no debe ser motivo alguno para vincular a Wagner, muerto 50 años antes de que siquiera Adolf Hitler fuera nombrado canciller imperial, con las atrocidades cometidas por este régimen.

A continuación una de las obras más conocidas de Richard Wagner: «La cabalgata de las Valquirias», principio del Acto III de la ópera «La Valquiria», segunda ópera de cuatro que creo el compositor basado en la saga «El anillo de los Nibelungos»:
 

 

Entre Noticias/DW

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