9 de octubre de 1967: el último aliento de «el Che» Guevara

"Yo enterré al Che", relata Gustavo Villoldo, partícipe en aquel 9 de octubre de 1967, de un operativo coordinado por la CIA en territorio boliviano, que culminó con la captura de uno de los guerrilleros más simbólicos de las luchas de América Latina: Ernesto Guevara de la Serna, "El Che" Guevara.

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Che Guevara 48 años de su muerte

Gustavo Villoldo

Gustavo Villoldo, exagente de la CIA, quien fuera el que dejó los restos del «Che» Guevara en la fosa donde 30 años después serían encontrados.

Dieciocho años han pasado de aquel 28 de junio de 1997, cuando un equipo de científicos cubanos, con ayuda del Equipo Argentino de Antropología Forense, encontraron en terreno boliviano, los restos de Ernesto Guevara, Alberto Fernández Montes de Oca, René Martínez Tamayo, Orlando Pantoja Tamayo, Aniceto Reinaga, Simeón Cuba y Juan Pablo Chang, para despues, el 12 de julio de ese mismo año, trasladarlos a Cuba y sepultarlos en Santa Clara.

En fechas posteriores al hallazgo, el revuelo mundial fue grande, la mayoría daba por hecho que los restos encontrados en Valle Grande, Bolivia, pertenecieran a uno de los guerrilleros más afamados y simbólicos del mundo: el «Che» Guevara.

El exagente de la CIA, Gustavo Villoldo, entrevistado en su granja al sur de Florida en los Estados Unidos, en aquel 1997, cuando se cumplían 30 años del asesinato de Ernesto Guevara de la Serna, ponía en la mesa la duda de si realmente eran los restos del líder revolucionario los que habían sido encontrados.

«Yo enterré al Che junto a otros dos guerrilleros, Willy Cuba y el peruano `Chino’ Chang», afirmaba Gustavo Villoldo Sampera, persona que estuvo al mando de esa operación.

En 1967 Villoldo llegó a Bolivia como uno de los asesores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en lo que era la zona de operaciones contra la guerrilla comandada por Ernesto «Che» Guevara. Fue enviado por la CIA en un acuerdo con el gobierno de Bolivia. Villoldo usó el seudónimo de «capitán Eduardo González».

Ultima foto del Che

Última foto conocida de Ernesto Guevara con vida.

 

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Lavandería donde fuera exhibido cuatro horas el cadáver de Ernesto Guevara.

Todos quisieron posar al lado del cadáver, incluyendo a Villoldo.

Era miembro de un equipo entre los que figuraba Félix Rodríguez, también cubano-americano. Fue el que se fotografió con el Che justo antes de su muerte. Había también al menos dos hombres más de la CIA en Bolivia, entre ellos Julio García, asesor del ministro del Interior Arguedas.

El Che había sido capturado el 8 de octubre y fue hace ya 48 años que el presidente boliviano René Barrientos, y el jefe de las fuerzas armadas, el general Alfredo Ovando Candia, dieron desde La Paz la orden expresa de ejecutarlo.

Guevara fue muerto a las 13:10 horas del 9 de octubre de 1967 por el sargento Mario Terán en un aula de la escuelita del poblado de La Higuera.

Fue en el año 1997, después de treinta años, en una granja al sur del estado de Florida, EE.UU., que en una entrevista concedida a la revista «Caretas», que Villoldo, dedicado ya a sus hortalizas y sus nietos, retrocediera en el tiempo y recordara aquel día en Valle Grande, poblado enclavado entre montañas y a unos 280 kilómetros al suroeste de Santa Cruz de la Sierra, donde quedó al descubierto el último secreto del Che: el misterio de su tumba y sus restos.

¿Qué pasó el 9 de octubre después de la ejecución de Guevara?

«El día 9 por la tarde se da la orden de evacuar a los heridos y muertos desde La Higuera a Valle Grande. Primero los heridos del Segundo Batallón de Rangers, después los muertos del Batallón y por último los guerrilleros muertos. En Valle Grande yo recibo el cadáver del Che aproximadamente a las 17:30 horas».

¿Sólo del Che?

«Llegaron los cadáveres de tres guerrilleros -Cuba, Chang y Guevara- y se los llevaron al Hospital Nuestro Señor de Malta. Ahí, en la parte de atrás, arriba de un lavadero se pone el cadáver del Che. Junto estaban Chang y Cuba. Fueron expuestos a los fotógrafos y para que los viera toda la población».

Manos del Che Guevara

Las manos del «Che» Guevara.

Algunos oficiales sugirieron decapitar al che y cremarlo

¿Qué pasó después?

«Como a las 8 de la noche se cierra al público esa zona y se hace una evaluación de la situación. La mañana siguiente llega el presidente Barrientos, el general Ovando y miembros del estado mayor. Además, alrededor de 150 periodistas del mundo entero. La noticia había corrido como la pólvora. Se hacen las declaraciones oficiales de rigor y recibimos la información de que venía la familia de Guevara desde Argentina. También que elementos del Partido Comunista Boliviano pensaban promover disturbios en el país.

Los cadáveres del Che, Chang y Cuba fueron expuestos para que los viera toda la población.

«Tomando esto en consideración, tuvimos una reunión en un hotelito de Valle Grande, donde estábamos presentes Ovando, el coronel Zenteno, el teniente coronel Selich, el mayor Niño de Guzmán y el que habla. Se discutieron varios puntos y algunos oficiales sugirieron decapitar al Che, cortarle las manos y cremarlo…»

«Yo me dirigí al general y le dije que su ejército acababa de escribir una página hermosa y heroica, y que mutilar el cadáver de un enemigo mancharía al ejército. Él estuvo de acuerdo, dio las instrucciones de que no se decapitara al muerto pero como concesión al resto de los presentes accedió a cercenarle las manos y mantenerlas en formol, para demostrar al mundo entero con las huellas dactilares que Ernesto Che Guevara había caído. En cuanto a la cremación les dije que eso era un error, que no tenían las facilidades y que lo que se iba a hacer era una horrible barbacoa».

Colocamos los tres cadáveres a 4 ó 5 metros de profundidad y tapamos el área con montacargas.

Lo de las manos es historia. Están en Cuba y son las del Che Guevara. En lo que no había seguridad al 100% era en los restos del guerrillero y sobre las osamentas encontradas junto a la pista aérea rural de Valle Grande, no se tenía certeza pese a los geólogos y antropólogos forenses que estuvieron trabajando en siete esqueletos desenterrados en aquel 1997. Incluso Villoldo ponía en duda la precisión del hallazgo debido a que los excavadores «son cubanos a las órdenes Fidel Castro y no se cuenta con la prueba de ADN», decía él.

Sin embargo en 2007, 10 años después de esa entrevista, científicos cubanos exhibieron el proceso de pruebas de ADN que practicaron a los restos del revolucionario argentino Ernesto Che Guevara hace diez años cuando fueron traídos a Cuba tras ser hallados en las selvas de Bolivia. «No usamos el estudio de ADN en el Che para identificarlo, usamos los estudios de ADN (…) para poder utilizarlos como prueba» de que los métodos primarios empleados en su identificación en Bolivia «fueron métodos de certeza» y así aplicarlos a los restos de otros guerrilleros encontrados, explicó el forense cubano Jorge González.

Los especialistas mostraron a la prensa gráficos de las pruebas de ADN y fotografías del cráneo del guerrillero argentino, cuyo 40 aniversario de muerte fue conmemorado en octubre de ese año. Se precisó que cuando comenzaron las pruebas de ADN en Cuba, el 27 de octubre de 1997, tres meses después del descubrimiento, ya se había establecido su identidad, «tomando en cuenta elementos categóricos», como «edad, sexo, raza y estatura» y otras características de los restos como «siete fracturas que eran coincidentes», y «un molde de la dentadura» de Guevara. Los expertos agregaron que fue «extremadamente importante» el hecho de que «teníamos a su esposa» Aleida March «y los hijos» en Cuba. «Paternidad probada en este caso, identidad probada», precisaron, al subrayar que en esas pruebas se lograron resultados «de 99% de certeza».

Los restos del Che fueron inhumados junto con los de otros 30 combatientes de su guerrilla en el Complejo Memorial de Santa Clara, ciudad donde el Che libró en 1958 una batalla decisiva en la lucha guerrillera de Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Mapa dibujado por Villoldo

Mapa dibujado a mano por Villoldo, del lugar donde enterró los cadáveres de Guevara y sus hombres, en 1967.

«Yo enterré al Che»

«El general Ovando dio instrucciones precisas de que yo me encargara de enterrar el cadáver del Che. Le ordenó al coronel Zenteno para que me dieran el apoyo necesario. Eso nos pone ya como a las 6 de la tarde del día 10 de octubre. Procedo a pedirle a Zenteno un volquete, un pequeño camión y un tractor. También un tractorista, un chofer y un cabo de seguridad. Se hace la coordinación para salir del hospital a las 2 de la mañana del día 11 de octubre. Yo me retiro a mi casa de seguridad a descansar y me levanto como a la 1:30. Después voy con el cabo al Hospital de Malta y allí doy las instrucciones a los soldados que recojan los tres cadáveres», relata Gustavo Villoldo sobre aquellas primeras horas posteriores a la ejecución de Ernesto Guevara de la Serna.

«El entierro se efectuo entre las 2 y las 2:45 de la madrugada…»

¿Seguro que sólo tres cadáveres?

«Tres cadáveres nada más. No veo otros. Y cargando los tres cadáveres procedemos hacia la zona de la pista de aterrizaje de Valle Grande, lo que es hoy la antigua pista, hacia el cementerio. Mando parar el volquete en un lugar adyacente a la pista, el más abrupto. Me apeo del volquete y hago llamar al tractorista, que se encontraba a 500 metros. El sale caminando hacia el tractor, y en lo que él arranca la máquina, yo procedo a tomar los azimut (los ángulos medidos sobre el plano horizontal en relación a la latitud) y cuento los pasos de donde iba a enterrar en una fosa común a los tres guerrilleros para poder localizarlos el día de mañana si fuera necesario».

¿A qué hora los entierra?

«Entre las 2 y 2:45 de la madrugada del 11 de octubre de 1967, estando presentes conmigo el chofer del volquete, el cabo de seguridad y el tractorista. Fueron tres cadáveres, repito: Ernesto «Che» Guevara, Willy Cuba y el chino Chang. Terminando yo de proceder con el azimut y tomando los inversos, le doy instrucciones al chofer para que dé marcha atrás hacia el declive. Inspecciono el lugar, veo que no hay nada abajo, y procedemos a situar los tres cadáveres…»

¿A qué profundidad?

«Yo diría que entre 4 y 5 metros de profundidad. Le doy instrucciones al tractorista para que tape la fosa común. Me voy cuando se ha terminado de tapar la fosa y lo dejo dándole pisón a la tierra, para evitar de que se pudiera señalar como un área recién excavada. En ese momento empezó a lloviznar, dejando la zona sin indicio ninguno de un lugar de enterramiento».

¿Dónde es exactamente el lugar?

«Cerca del cementerio y de la pista antigua».

«Yo enterre a tres y los muertos no se reproducen»

El área a la que se refiere Villoldo es básicamente la misma donde en julio de 1997 fueron desenterrados huesos correspondientes a siete cadáveres, incluyendo al del «Che». Pero si Villoldo asegura que enterró a tres guerrilleros, ¿de dónde salen las otras cuatro osamentas? Y en otras palabras, ¿son realmente los restos de Guevara los que hoy están en Cuba?.

Las anteriores dudas son las que se presentaban ante la opinón pública cuando aún las pruebas científicas no despejaban las mismas sobre las identidades de los restos hallados. Villoldo remarcaba sus dudas, debido a que, pese a que la zona era la misma donde él señalaba como el lugar donde se excavó la fosa en 1967, reiteradamente apuntaba él a que sólo dejó ahí tres cuerpos, por lo cual sus dudas crecían, ya que habían sido encontrados 7 cuerpos.

«Esa es la gran interrogante -prosigue Villoldo- porque yo enterré a tres y los muertos no se reproducen. También quiero decirte que en este esfuerzo de recuperar al Che, por mi parte existían dos motivaciones. La primera humanitaria. Considero que la familia de Ernesto Guevara, sus hijos, tienen el mismo derecho que pudieran tener los míos si me hubieran matado en Vietnam o en Bolivia, de recuperar los restos del padre. Independientemente de las ideas y de lo que él representaba en su relación conmigo. Yo mantengo las mismas convicciones que me impulsaron a buscarlo en Africa en 1965. Siguen siendo mis enemigos políticos y seguiré combatiéndolos a todos ellos mientras físicamente pueda. Por otro lado, quería negarle a Fidel Castro el lucrar con el encuentro de los huesos del Che. Para Fidel sería una deshonra que el hombre que siguió al Che desde 1965 y lo enterró en 1967, lo devolvió a Cuba».

Según Villoldo, hizo llegar de forma clandestina una carta fechada el 23 de abril de 1997 a la hija del Che, Aleida Guevara, que se encuentra en Cuba. Allí Villoldo le ofreció desenterrar los restos de su padre por razones humanitarias.

Aparentemente, la carta de Villoldo aceleró la carrera sin precedentes por encontrar los restos del Che. Los cubanos querían y quieren hacer un mausoleo como homenaje a la revolución. Por otro lado están los bolivianos que explotan al Che como atracción turística. Y, por otro lado, Villoldo, que quiere aplicar otro golpe a Castro desenterrando el cuerpo del legendario guerrillero que él mismo enterró.

En el cementerio de Valle Grande, cerca de la fosa donde fueran encontrados los restos del «Che», se encontraba sepultada Támara Bunke, o `Tania’, guerrillera y espía de origen germanoriental, quien muriera en combate el 31 de agosto de 1967, durante una emboscada a la que fue guiada junto a su grupo por Honorato Rojas en Vado del Yeso, Puerto Mauricio, en el Río Grande de Bolivia.

Evo-Morales-condecora-a-héroes-cubanos

Evo Morales condecorando a «Los Cinco», durante el homenaje realizado a Ernesto Guevara en territorio boliviano.

Los Cinco en Bolivia

Se podrá o no estar de acuerdo con su ideología, algunos lo llamarán terrorista, aunque la gran mayoría lo llamarán revolucionario, lo cierto es que Ernesto Guevara de la Serna, conocido como «el Che», se ha convertido en uno de los símbolos más poderosos de las luchas guerrilleras de América Latina y más allá. Su imagen se alza fuerte ante los embates de la historia y sus seguidores continúan citándolo como ejemplo de convicción por la defensa de la libertad, a grado tal que incluso primeros mandatarios de naciones le realizan homenajes, tal es el caso de Evo Morales, quien lo homenajeara en señal de reconocimiento a la labor del guerrillero, teniendo ésto un enorme significado siendo Bolivia el territorio donde respiró por última vez el «Che» Guevara.

Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino y René González, conocidos como los Cinco, y el coronel Orlando Cardoso Villavicencio, todos Héroes de la República de Cuba, rindieron homenaje al guerrillero, en el penúltimo día de su visita al país, en compañía del presidente Evo Morales en la inauguración de la escuela «Che Guevara», ubicada en la periferia de la ciudad, y aledaña a la pista aérea, en cuyos alrededores estuvieron escondidos durante tres décadas los restos del guerrillero argentino-cubano.

Los Cinco y Cardoso Villavicencio depositaron una ofrenda floral en la lavandería del referido centro, donde permaneció por cuatro horas el cadáver del Che.

Más tarde, rodeados por integrantes de las misiones cubanas en el país y decenas de médicos bolivianos graduados en la isla, recorrieron el sitio donde estuvo enterrada Tania La Guerrillera, y también depositaron una ofrenda floral.

 

Redacción/Entre Noticias

 

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