Es imposible decir como nació –comenta José Rosas Ribeyro- pero sí es posible, en cambio, decir dónde. El infrarrealismo nació en el café Habana de la avenida Bucareli, entre los tragos de ron o de tequila que nos tomábamos Mario Santiago, Cuauhtémoc Méndez, José Peguero, yo y otros individuos similares, y los enormes vasos de café con leche con los que nutría su delgado cuerpo Roberto Bolaño”.
El cantautor Armando Rosas documenta la relación artística e intelectual entre el movimiento musical Rupestre y los literatos del Infrarrealismo mexicano.
Surgido en ciudad de México a fines de 1983 y vigente hasta nuestros días, el colectivo musical “Rupestre” se caracteriza por las interpretaciones vivaces con instrumentos acústicos (sus fundadores carecían de instrumentos eléctricos), mezclando armonías elaboradas con folclor y estilos contemporáneos como el rock.
Por estos días, el trovador y compositor mexicano Armando Rosas, se encuentra visitando varias ciudades de su país y de Estados Unidos presentando el libro “Rupestre”, un elaborado documento que recopila la historia del movimiento musical homónimo. En esta ocasión, nos ha escrito sobre un tema que según él podría dar para otro libro, sobre la relación artística e intelectual de los rupestres con el movimiento literario del “Infrarrealismo”.
“La verdadera imaginación es aquella que dinamita”. (Bolaño. 1976)
Por Armando Rosas
El Infrarrealista fue un movimiento poético que surgió en la década de los setenta en la ciudad de México y que en los últimos años ha cobrado notoriedad y ha sido reconsiderada su obra gracias al éxito editorial mundial de uno de sus miembros fundadores, me refiero al escritor chileno Roberto Bolaño, quien justamente narra la historia del Infrarrealismo en la ya legendaria novela Los detectives salvajes.
Dicha obra (de ficción) comienza inesperadamente, siguiendo justamente el espíritu del Infrarrealismo: “He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciación. Mejor así”.
“Es imposible decir como nació –comenta José Rosas Ribeyro- pero sí es posible, en cambio, decir dónde. El infrarrealismo nació en el café Habana de la avenida Bucareli, entre los tragos de ron o de tequila que nos tomábamos Mario Santiago, Cuauhtémoc Méndez, José Peguero, yo y otros individuos similares, y los enormes vasos de café con leche con los que nutría su delgado cuerpo Roberto Bolaño”.
Armados con guitarras de palo
No obstante que el movimiento de compositores urbanos encabezado por Rockdrigo González conocido como el movimiento rupestre, surge en la ciudad de México siete años más tarde (1983), algunos miembros de ambos movimientos se conocieron y llevaron a cabo presentaciones y proyectos comunes. Algunos cristalizaron, otros quedaron inconclusos.
Un ejemplo es el documental que el cineasta y poeta infrarrealista José Peguero intentó realizar a principios de 1985 a la banda Camerata Rupestre, conformada entonces por los estudiantes de la Escuela Superior de Música: Javier Platas en el violonchelo, Toño Morales en las percusiones, Francisco Natera en el bajo, Ignacio Alfonso en flauta transversa, Javier Guillen en el violín y Armando Rosas en la guitarra. ¿Que podía ser más rupestre que incorporar instrumentos que se gestaron en el siglo XVII para hacer Rock y canción alternativa?
Quien esto escribe, se reencontró con Peguero el año pasado (2012) en los estudios Churubusco y este último, entusiasmado sugirió que la artista Patti Smith estaría interesada en un concierto común, porque es fanática de Bolaño y los infrarrealistas.
¿Qué llevó a los infrarrealistas, o al menos a algunos de ellos, a acercarse al movimiento rupestre ? Sería interesante conocer su opinión. Quizá los animó y anima una suerte de solidaridad que identifica a los derrotados, porque de alguna forma los infrarrealistas veían a los rupestres andar por un camino que ellos habían transitado y para entonces sabían por experiencia propia, que un movimiento independiente, sin el apoyo de la burocracia y del estabishment cultural y las corporaciones mediáticas no tiene futuro. Roberto Bolaño se describía: ”soy el escritor con más pasado y menos futuro”.
Sometidos y derrotados por el establishment y la mercadotecnia
Ambos movimientos tienen rasgos comunes: tanto en el movimiento rupestre como en el infrarealista sus líderes murieron prematuramente, (Rockdrigo González muere en el terremoto de la ciudad de México de septiembre 1985; Bolaño por cáncer en la ciudad de Barcelona en julio de 2003) y a partir de ese momento, guardando sus proporciones, se detonó su fama.
Ambos movimientos surgen, se desarrollan y tienen como referencia a la Ciudad de México; ambos fueron y/o se asumieron marginales de las corrientes artísticas elitistas (los infrarrealistas decían que Octavio Paz era “el enemigo”). Tanto en uno como en otro caso se han convertido en movimientos de culto que siguen seduciendo a los jóvenes de disntintas generaciones. Finalmente, en ambos casos, se les negó el reconocimiento en su momento más efervescente y fueron finalmente sometidos: unos por las burocracia cultural y en el otro caso derrotados por la mercadotecnia de un movimiento inventado por las grandes disqueras internacionales llamado “Rock en tu idioma”.
En el sensacional libro El hijo de Míster Playa, una semblanza de Roberto Bolaño de Mónica Maristain el escritor miembro fundador del movimiento infrarrealista José Vicente Anaya relata: “Hace poco vi una entrevista que dio Carmen Boullosa a la televisión de Nueva York, donde dice que como integrante del grupo que apoyaba a Octavio Paz, se ocupó junto con sus compañeros de prohibir la publicación de los infrarrealistas (…) Era cierto, el grupo de Octavio Paz era muy poderoso, decidía el destino de los premios literarios y a quién se publicaba y a quien no”.
“Nunca hacer oficio del arte”
Otro miembro del movimiento infra, Mario Santiago Papasquiaro, fundador y amigo más cercano a Roberto Bolaño, fue ferviente seguidor y cómplice del los rupestres. En el año de 1996 hizo mancuerna con sus amigos los compositores Rafael Catana y Arturo Meza en un espectáculo conformado por música y poesía infrarrealista incluidos poemas del libro El último salvaje de Roberto Bolaño en el bar El hijo del cuervo en Coyoacán D.F.
Nuestra lengua ha sido púa
Es Sandía/chorreante vagabunda de ancha risa
Aventura que nos ha abierto escoriaciones
Lo que éramos lo somos en el crescendo de los ecos
A tales hombros :tales caderas
A esos tobillos/ aquellos pasos
El aprendizaje de la limpieza al escalpelo
(Mario Santiago Papasquiaro)
Debió ser 1987 cuando a las puertas del foro alternativo LUCC (México D.F.), saliendo de una prueba de sonido de la Camerata Rupestre , Rafael Catana me presentó a Mario Santiago Papasquiaro: “Mira, te presento al mejor poeta de México” afirmó categórico Catana. Sinceramente en el momento yo dudé de semejante afirmación; sin embargo, más adelante supe que Roberto Bolaño, a quien profeso admiración, pensaba lo mismo.
A Mario Santiago, quien encarna en Los detectives salvajes el personaje Ulises Lima, le gustaba asistir a las acostumbradas y obligadas fiestas after show de la Camerata Rupestre en casa de Rafa Catana, y Mario no desperdiciaba oportunidad para recetarnos uno de sus poemas. Ahora a la distancia, lamento no haber musicalizado alguno de esos textos, los cuales frecuentemente terminaban por el piso porque a Mario, fiel al primer precepto del manifiesto infrarrealista, “nunca hacer oficio del arte”, no le interesaba publicar. “Déjenlo todo, nuevamente láncense a los caminos”, había dicho Bolaño en 1976.
Sin embargo, años más tarde (2004), a iniciativa del poeta mexicano Raúl Silva, el proyecto de musicalizar poemas infrarrealistas se concretaría en la revista Nomedites, la cual contó con el apoyo “Edmundo Valadés” del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Infrarrealismo, título del número ocho de la revista, contiene poemas de Mario Santiago, José Peguero, Roberto Bolaño, Bruno Montané, Pedro Damián, Guadalupe Ochoa, Ramón Méndez, Mario Raúl Guzmán los cuales fueron musicalizados por los compositores rupestres: Gerardo Enciso, Rafa Catana, Nono Tarado, Fernanda Martínez y Arturo Meza, entre otros colegas cercanos al movimiento. La selección de textos fue de Rebeca López y el poeta Raúl Silva, el diseño interactivo de Edgar Hong y el diseño de Israel Miranda. Quien esto escribe fue invitado al proyecto, pero por razones que no merecen ser comentados, le fue imposible participar.
Como se señala al inicio de este texto, estoy convencido que será muy enriquecedor documentar en “Rupestre” las impresiones de algunos de estos poetas que recorrieron caminos que en momentos coincidieron. Para finalizar y retomando la propuesta de Peguero, no está nada mal la idea de organizar un concierto, pero con lectura incluida de la banda de los Infrarrealistas y no en un auditorio sino en la calle de Samuel 27 Colonia Tepeyac,(D.F.), dirección donde vivió su juventud-salvaje Roberto Bolaño, quien a mi juicio es el escritor que mejor describió la ciudad de México. Quien quita y si se anima Patii.
Sobre Armando Rosas:
Armando Rosas se graduó como compositor en la Escuela Superior de Música bajo la dirección del compositor Arturo Márquez, fue miembro del movimiento rupestre y director y compositor de la Camerata Rupestre. Se ha presentado en foros y festivales de Nueva York, Chicago, San Francisco, Los Ángeles, Cannes, Sevilla, Córdoba, Montevideo, Cuba, Buenos Aires y México entre muchas otras ciudades. Ha escrito música para las película La mitad del Mundo de Jaime Ruiz Ibáñez y El Violín de Francisco Vargas (Seleccionada en el festival de Cannes 2006). En 2006 recibió el premio Pantalla de Cristal por mejor música para documental. Ha grabado 10 discos con música de su autoría. Actualmente es profesor de tiempo completo en el IEMS.
Les dejamos este video editado por Rubén Luengas, y más fotos de los Rupestres: