El presidente de EE.UU. Ronald Reagan, dijo que el nuevo aeropuerto y muchos otros sitios, servirían para la militarización soviético-cubana en el Caribe y para la transportación de armas a los grupos insurgentes centroamericanos. Sin embargo el gobierno de Bishop afirmaba que el aeropuerto era construido para albergar aviones comerciales y fomentar el turismo.
30 años de una invasión
El Caribe era noticia otra vez el 13 de marzo de 1979. En la pequeña isla de Granada ubicada al sur del Caribe Oriental, con una población de tan solo 100 mil habitantes, irrumpió una revolución encabezada por el abogado Maurice Bishop, líder del Movimiento New Jewel, poniendo fin al régimen del tirano impopular y corrupto Eric Gairy, quien por años gobernó a través del miedo y cuya policía secreta, la Mongoose Gang, había sido asesorada y abastecida por su amigo íntimo, Augusto Pinochet, apoyado a su vez por el gobierno de los Estados Unidos.
Para 1982 una importante campaña de alfabetización estaba en marcha, nuevas escuelas se habían construido y la juventud campesina desempleada se veía beneficiada por la creación de cooperativas agrícolas. Granada le dio la bienvenida a la ayuda cubana: maestros, profesionales de la salud y trabajadores de la construcción que trabajaron en el levantamiento de un nuevo aeropuerto internacional para sustituir la anticuada y peligrosa pista de aterrizaje ubicada en las montañas. En sólo 4 años, el desempleo bajó de 49 al 14 por ciento.
El presidente de EE.UU. Ronald Reagan, dijo que el nuevo aeropuerto y muchos otros sitios, servirían para la militarización soviético-cubana en el Caribe y para la transportación de armas a los grupos insurgentes centroamericanos. Sin embargo el gobierno de Bishop afirmaba que el aeropuerto era construido para albergar aviones comerciales y fomentar el turismo.
El 19 de octubre de 1983, una facción liderada por el viceprimer ministro Bernard Coard se hizo con el poder de Bishop; las fuerzas de Coard posteriormente ejecutaron a Bishop a pesar de las masivas protestas a su favor. El Gobernador General de Granada, Paul Scoon, fue puesto bajo arresto domiciliario.
En ese contexto, el 25 de octubre de 1983, EE.UU. lanzó su operación militar Urgent Fury (Furia Urgente), para invadir Granada con la excusa de que los acontecimientos en Granada constituían una «amenaza» para la seguridad de los estadounidenses residentes en esa pequeña isla y para «restaurar la democracia y la seguridad».
Con votación de 108 contra 9, la Asamblea General de las Naciones Unidas condenó la invasión como una «flagrante violación al derecho internacional» Pero no es así como se recuerda hoy la invasión estadounidense a Granada en medios informativos estadounidenses y en los planes de estudio de historia. De hecho casi no es recordada en absoluto. Pilas de libros de texto de historia mundial y de los Estados Unidos, no hacen mención alguna de la invasión de Estados Unidos a Granada, ayer hace 30 años.
Redacción/Entre Noticias